Martín Amis tiene un estilo ácido pero atrapante, mediante Charlie un joven a punto de cumplir 20 nos muestra el mundo desde su punto de vista irreverente, honesto y sobre todo muy particular. El amor, la vocación, las relaciones personales, la familia, son diseccionadas y presentadas sin idealismos. En un ambiente muy inglés, un joven nos muestra que el amor a veces no es como lo pintan, que los padres son personas reales luchando con sus problemas de adultos, y que la vida es como es, pero sobre todo que la juventud dura solo 19 años y 364 días, de ahí la vida se vuelve cuesta arriba y nunca endereza. |