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Risas, risas y más risas. Eso es lo que ha sido esta novela para mí y aunque la historia pueda parecer más bien normalita, siempre le tendré especial cariño a esta novela porque ha cambiado mi visión del género erótico por completo, ya que hasta ahora tenía lo que yo llamo el “chip Grey”. Se trata de una comedia de situaciones en las que se ve envuelta la protagonista, Alicia, que acaba de ver como su relación de largo duración y rutinaria con su novio se acaba de la noche a la mañana tras encontrarlo con Lydia, su mejor amiga y compañera de piso, así que sola y amargada comienza una temporada a lo Bridget Jones de la que sale de la manera más inesperada: un nuevo compañero de piso y la visita del hermano de su otra mejor amiga, Alejandra. Uno es nudista en sus ratos libres y aficionado a calentar al personal y el otro la vuelve loca solo con mirarla, pero claro, lleva la etiqueta “hermano de”. Os podéis imaginar la de situaciones divertidas que se pueden generar entre estos tres personajes cuando ni la misma Alicia sabe cómo ha acabado acostándose con los dos, sin que ninguno sepa del otro. Alicia es un personaje muy realista, insegura de sí misma como le pasaría a muchas mujeres después de descubrir una infidelidad de su pareja, que luego se crece y decide vivir por y para sí misma, a pesar de estar haciendo precisamente lo que tanto ha despreciado. Relativamente, porque en realidad ninguno de los dos chicos con los que está se toma en serio lo suyo. Aún así, la evolución de Alicia a lo largo de la novela es brutal, y al final se puede ver cómo Alicia es una mujer completamente nueva, con una perspectiva diferente de las relaciones. Además, tanto Oliver como Esteban son dos personajes como polos opuestos. Esteban tiene un carácter un tanto liberal, no es encantador, ni guapo precisamente, pero su personalidad extravagante hace que Alicia se sienta extrañamente atraída por él (además de lo evidente cuando no para de verlo sin ropa, ni interior, por su casa) y que también tiene sus secretos y un pasado oculto del que le cuesta hablar. Por otro lado, Oliver es más tranquilo, el yerno ideal por así decirlo, encantador y ojito derecho de su amiga Alex. Pero que también tiene su punto negativo, ya que es un bala perdida que no para en un sitio fijo del mundo. Además de que la historia sea muy ágil ya de por sí, el estilo que tiene Carmen Amil ayuda infinitamente a que la novela no aburra en ningún momento. Puede parecer que una novela realista en la que chica modosita y engañada se desmelena y conoce a dos chicos entre los que deberá elegir si los dos, uno, otro o ninguno sea una novela sencilla porque la trama no da para más, la verdad es que la narración tan cuidada de la autora hace que la historia sea más profunda de lo que parece, porque en definitiva trata sobre seguir adelante en el amor y en el desamor, mientras Alicia nos va transmitiendo cómo es dar ese paso adelante sin perderte a ti misma en el intento. Vamos, que entre tanto malentendido, y secretos ocultos, y traiciones de amigas, novios, compañeros de pisos, con esta comedia mitad culebrón de telenovela tenéis asegurado romance, mucho sexo y un humor muy particular. En definitiva, si queréis una novela fresca, que se lee sola en un par de ratos, sin que os haga reflexionar mucho y que encima os saca más de una carcajada, ésta es la novela que necesitáis. Además, si sois de Oviedo, os hará especial ilusión leerla, porque la historia se desarrolla en esta ciudad de Asturias, un detalle que me parece que ya le aporta originalidad sobre el resto de comedias románticas o eróticas. Enlace: http://enmitiempolibro.blogs.. |
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