León González, Anticristo

Si alguna vez habéis llegado a pensar o imaginar que quien sea el hijo del hijo del hijo del hijo y ochenta veces el hijo del que fue, es y será, tendría la vida solucionada, no sabéis nada de nada.
También es verdad que ya de pequeño destacó en llevarse un récord en collejas; ser corto de pensamiento es lo que tiene. León es de esos hombres simples que no tienen ningún fondo de maldad, para él la vida es un camino donde, por lo visto, siempre se debe superar alguna prueba. Hacedor de milagros, cómo no, siendo hijo del hijo del hijo… Pero lo lleva fatal, sobre todo resucitar muertos.
Ahora tiene la responsabilidad de ser el amo del mundo o de salvarlo, y ya me diréis… Tampoco es como para no pensárselo, ser el puñetero amo de todo, tiene su cosa, y salvar el mundo, pues… no anda el personal muy agradecido que digamos.
Si eso no fuera suficiente, para que el mundo no termine en apocalipsis deberá destruir el Grimorio del Nazareno, que, casualmente, su familia guarda con recelo. Para eso tendrá ayuda: Dios, que conoce todo de todos, entendió que él solo, mal asunto, con lo cual iniciará su aventura junto a Judas, una médium, un diablo, una secta cuyo nombre todavía no he logrado aprender de memoria y varios personajes más.
Y aquí dejo el asunto. ¿Pues qué vais a leer? Si os digo que hacía años que no me reía tanto con un libro, no sé si me creeréis, pero hacia años. Una historia divertida donde el autor le quita importancia al tema de la muerte, donde siendo cristiana, no me ha importado reírme de ciertas cosas porque en el fondo tenían hasta su lógica. Diálogos divertidos y originales, donde por mucha Parca que salga y espíritus que aparezcan, la vida sigue siendo la luz de todo, porque a nuestro protagonista nada le asusta, no teme a nada, y esa valentía o torpeza, vete a saber, nos la transmite en todo momento. Un Dios con dudas, un Diablo no tan sabio por Diablo, un personaje que sin ser inteligente sacará reflexiones interesantes.
A mí me ha gustado, me ha hecho pasar un buen rato, y siempre he creído que ese es el fin de un libro. Desde luego me ha venido bien leerlo. Yo, os lo recomiendo. Un libro que si no leéis os estaréis perdiendo algo muy bueno.

Este libro me ha encantado y me he seguido riendo con el puesto que no es normal que en dos libros que lleva este personaje llamado Leon no hay podido oler bien en ningún momento, sinceramente cada vez me sorprende más este autor Manuel Amaro es uno de los autores que no ,e cansó de leer junto con Stephen King , Laura Gallego ... Descubrir a este autor es lo mejor que me ha paso y muchos más puestomwue casa uno de sus libros es diferente y no te lo da todo mascado como lo hacen algunos autores, si nos que te a lo largo del libro te va dejando monjitas que con tu propio ingenio si te has dado cuenta debes de ir juntado para darte cuenta de algunos detalles. Leon se ha convertido en un om de mis personajes favoritos , puesto que por cierta parte me reflejó un poco en el y sinceramente en los peores momento Leon es capaz de sacarte una sonrisa .

¡Que bien lo pasé con León González, Anticristo! Si con su precuela (no indispensable pero recomendable para leer esta segunda parte) no pude parar de reír, aquí, no sólo me he reído y mucho, sino que mis sentimientos de afecto para con el protagonista han aumentado hasta el infinito. Si bien la obra es menos socarrona que su predecesora, esta está mucho más elaborada, entremezcla el humor descarado y soez, con acción trepidante y toques de dramatismo que dan un respiro entre tanto libertinaje, en definitiva, es una obra más seria, más redonda y muchísimo más recomendable. No he podido evitar acordarme de Buenos Presagios (God Omens) de Neil Gaiman y Terry Pratchet, en varios de los pasajes de la obra de Amaro. El final es maravilloso, te deja en un curioso estado de calma y una sonrisa en los labios. Muy recomendable