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No lo llames deseo, el tercer libro de ésta serie de Noelia Amarillo; con el anterior libro, comencé a enamorarme de la desgarradora historia de Calix, pero lo ésta entrega lo ratifico; y es que con la aparición de Uriel é Iskra, dos nuevos personajes que son tan diferentes entre sí; es casi imposible no quedar prendada de ésta historia. 📣Posible Spoiler📣 Ya vimos cuanto dañó le causó Verónica a Calix en el libro anterior, si el daño fue irreparable ó no, lo sabremos en éste. Pero es imposible que todas las vejaciones que sufrió éste, durante casi un año, no lo haya hecho cambiar. Pero ya no está solo, tiene amigos que lo apoyan, que lo cuidan y que se preocupan por él, tanto ó más que su propia familia, con la cual ha vuelto a tener contacto. Tiene un trabajo y un jefe que confía en su criterio; y poco a poco, va recuperando una pequeña parte de esa seguridad que tanto lo caracterizaba. Pero la confianza en el género femenino... eso ya es otra cosa, no le interesan las mujeres y mucho menos el amor. Sigue sintiéndose traicionado por su propio cuerpo y por sus instintos que tienen mente propia. Esos sucios complejos que le produjo Verónica, parecen haberse quedado con él bien arraigados. Pero a su vida entran dos personas que de diferente manera, son decisivas en su recuperación; el primero de ellos Uriel, quien tiene una personalidad compleja. Y aunque en un principio me enfade pensando que era otra horrible persona que entraba a causar estragos en la vida de Calix, me equivoqué. Lo que pasa es que al parecer también tiene una carga bastante difícil que llevar... aunque no parezca. Y la segunda es Iskra, quien con su carismática alegría, palabrería é inocencia; le enseña a Calix a volver a arriesgarse. |
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