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Este libro lo leí hace un par de semanas gracias a un libro viajero y, como siempre que leo a Noelia, ha sido un placer el volver a sumergirme en las paginas de un libro suyo, haciendo que empatice y acabe posicionándome de parte de unos personajes que a priori no me gustaba demasiado, como son Marilia y Nath. Marilia, un personaje bastante frio y sarcástico, que esconde su verdadera fragilidad tras una gran coraza dura, todo fruto del trato que ha recibido en el pasado y por lo mal que la vida la ha tratado. Hasta que aparece Nath, un hombre que tampoco es que fuera muy querido por a su carácter frio y arrogante, debido también a un gran peso que lleva cargando en su corazón y su espalda durante toda la vida. Sin embargo, Noelia ha sabido darle la vuelta a estos personajes de manera que hace que empatices con ellos y que acaben gustándote. Dos personajes con sus luces y sus sombras que se encuentran como dos trenes en dirección contraria por la misma vía y siendo imposible detener el brutal impacto de sentimientos y emociones. Pero si hay un personaje que ha acabado enamorando ha sido el de Kayla. Ya cuando la descubrí en No lo llames sexo... ¿o sí? pensé que debía tener su espacio como personaje, y en este libro tiene un protagonismo espectacular. Me ha encantado como Noelia la ha tratado dotándole de un carácter sincero, inteligente y pícaro. Ha sido un gustazo reencontrarme con ella en este libro y redescubrirla. Se trata de una historia en la que prima el sufrimiento y el miedo, pero que al final queda todo eclipsado por la positividad, los sentimientos y las emociones que hacen que los personajes se abran, se descarnen y descarguen todo lo que tienen dentro para poder ser felices de una vez por todas. Una historia de rencores, de recelos y secretos, con una gran carga de emotividad y en la que la superación personal y la integración social está presente durante toda la historia. |
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