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Una isla apartada, un hombre que llora por aquello que la mar una vez le arrebató, un amor puro y verdadero, una boda, el aullido de un perro, una leyenda, superstición. Con estas premisas nos encontramos con una novela gráfica cargada de simbolismo y de una belleza extraordinaria. Sobre esa isla recae una maldición, algún día vendrá una gran ola y se llevará todo a su paso avocando a ese pedazo de tierra y sus habitantes a la extinción. Sin embargo la vida sigue, sus vecinos ven pasar las horas y los días. Esos niños que molestan al “loco del pueblo” porque lo único que hace es tallar figuras de madera y mirar con ojos llorosos al océano; esa joven enamorada que se ve a escondidas con su amor entre las rocas mientras espera su unión con él y que sin embargo también mira hacia la mar con cierto aire nostálgico y afligido. O ese aullido lastimoso que se escucha de vez en cuando en lo alto de la colina. Los personajes están muy bien hilados, porque en un principio parece que no tienen nada en común pero conforme avanzas en la historia vas descubriendo que todo está unido, que no hay nada al azar y que el punto de unión es ese perro solitario que desde su atalaya parece controlar todo y esperar, aún no se sabe qué espera, pero es eso lo que hace, esperar… En este cómic se habla de la soledad, esa soledad a veces no deseada y espantosa producto de los azares de la vida. La autora plasma a la perfección la sensación de desasosiego de los protagonistas. Lo hace gracias a unos dibujos cargados de simbolismo donde, en muchas ocasiones no hace falta ninguna palabra, ningún texto, únicamente con la imagen azul del mar es suficiente. Por ese motivo, este libro es tan especial porque si a una historia tan mágica y sentimental unimos unas ilustraciones donde domina el azul del cielo, el azul de las olas del mar, el marrón de la tierra o el blanco de las telas que simbolizan la pureza, nos sale una fábula sorprendente donde lo onírico se mezcla con la realidad. Donde la fuerza de la naturaleza hace valer su importancia y donde el misterio está presente en cada palabra, en cada imagen, en cada color. Se convierte en un canto a la vida y a la muerte. Es una obra realmente sorprendente y delicada, encantadora que te lleva a esos lugares de tu imaginación en donde te hablaban de leyendas relacionadas con el mar, donde te contaban que la mar siempre se llevaba un tributo a cambio de no derribar el hogar por el impacto de sus olas furiosas. Una obra que te lleva a una infancia cargada de historias y leyendas. Es una autora que merece mucho la pena y a la que hay que seguir conociendo. A mí me ha ganado con una novela gráfica bella, hermosa y plagada de lirismo y poesía. Todo un grato descubrimiento. |
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