Corazones mercenarios

Cuando hace unos ocho meses decidimos abrir este rincón para comentar nuestras lecturas, una de las primeras autoras que nos prestó apoyo, e incluso nos concedió una entrevista, fue la asturiana Beatriz Alonso. En aquel momento reseñé su segunda novela, La guerrera del valle, y ahora he tenido el placer de leer su tercera y recién publicada obra.

La redención (que no la rendición) es un viaje tanto físico como espiritual, plagado de contrastes y contradicciones. La polaridad es uno de los instrumentos que utilizamos como motor que nos mueve y lanza por las sendas oscuras y tortuosas del camino iniciado. Todo esto, que en principio puede parecer un poco sin sentido, es con lo que me he quedado después de leer Corazones mercenarios.

La historia comienza cuando Bastien Dufort acepta un encargo del duque de Fontalatecho que en principio resulta un trabajo fácil para un mercenario como él, teniendo en cuenta que es una persona que ha sobrevivido a mil batallas y a otros mil destinos... pero ese encargo encierra una trampa mortal. Y a este mercenario duro y rasposo se le remueve la conciencia, y empieza a cuestionarse tanto sus encargos como su vida. Sin saberlo, este no será un trabajo más, sino el inicio de un camino: el de la redención, el de su liberación y el del equilibrio... en definitiva, el de encontrar, si aún es posible, la paz y la felicidad.

Para alcanzar esa liberación, la autora Beatriz Alonso no se lo va a poner fácil. El mercenario necesita de toda su paciencia, astucia, inteligencia y discernimiento para superar todos los obstáculos físicos y mentales que le interpone, y los obstáculos más difíciles para él son los que afectan a su corazón, vacío de sentimientos hasta ahora y que empieza a latir y anhelar, sin ser consciente de ello, la recuperación de sensaciones (unas olvidadas y otras desconocidas hasta este momento).

Nuestra historia está ambientada en la España del Siglo de Oro, con toda su cultura, sus personajes y sus costumbres. Un fidedigno representante sería el duque de Fontalatecho, oscuro y cruel, lleno de sombras y contradicciones. Bastien, por su condición y su tránsito por la vida, participa de este desencanto y oscuridad en el que está inmerso el duque. Una vez iniciado el encargo, nuestro protagonista se sumergirá en una aventura tras otra a priori imposibles de resolver, pero dada su condición de soldado de fortuna utilizará todas sus herramientas y experiencias para salvar todas las piedras del camino.

Al principio su andadura será en soledad, acompañado únicamente de sus reflexiones y pensamientos, pero cuando uno inicia un destino, ya sea elegido o no, está abocado a encontrase con sus iguales. Para Bastien, su igual es Alda: ella es su contrapunto, su equilibrio y desequilibrio... la persona que lo mueve, queriendo o no, encaminándolo hacia su redención. Alda es una mujer marcada en todos los sentidos: físicamente, con una cicatriz que se lo recuerda todos los días de su vida, y anímicamente, pues su pasado y sus circunstancias le hacen creer que no tiene un destino y que no hay un camino que dirija sus pasos... está estancada, así que, una vez que conoce a Bastien, sus destinos se unen irremediablemente.

En su andadura, nuestros protagonistas conocerán un sinfín de personajes, lugares y ambientes, que Beatriz Alonso ha construido para crear un "universo perfecto", en el que ellos se mueven con mayor o menos acierto, y que nosotros los lectores tenemos el honor y la alegría de compartir con ellos. Entre esos personajes conocemos a La Sapa, ser cruel, sin corazón y repugnante en todos los sentidos; también conocemos a un grupo de gitanos errantes, que con sus propias leyes y directrices enriquecen el camino, ya sea para allanarlo o para entorpecerlo, aunque bien es cierto que en todos los contactos que nuestros protagonistas tienen con ellos, siempre experimentan nuevas y maravillosas sensaciones.

Uno de mis personajes favoritos es el perfumista. En todas las grandes travesías tiene que haber momentos de descanso y reflexión, y el perfumista, a través de sus esencias, su filosofía y su paciencia, será la nota sutil que ayudará a Bastien (tanto en el presente como en el futuro), pues todas sus recomendaciones son de gran utilidad para que la aventura iniciada alcance los objetivos propuestos.

Hay más personajes en la novela, pero no los voy a nombrar porque creo que es mejor descubrirlos conforme se avanza en la lectura. Hablar de ellos sería iluminar el camino que nuestros protagonistas deben descubrir en cada página del libro, y comprobar si al final encuentran la luz, la paz y felicidad que por su condición o circunstancias les ha sido imposible alcanzar en sus vidas.

Corazones mercenarios no es solamente una novela romántica al uso con las típicas estructuras del género. En ella además encontramos aventura, misterio, sorpresa, amor y romanticismo, todo ello aderezado con unas notas sutiles de novela negra que despiertan en nosotros ansias de conocer y saber más sobre todos los personajes y sus destinos.

En definitiva, una vez inmersa en el universo creado por Beatriz Alonso se ha producido un apego del cual me es imposible desprenderme, y por el que sigo transitando una vez concluida la lectura.
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La historia arranca en la corte del duque de Fontalatecho, quien harto de que se rían de su condición amorosa decide enviar a alguien a buscar a la mujer con la que debería haberse casado hace años. Y es que ésta, lejos de aceptar la oferta del duque, no le importó tener numerosos hijos con su amante, ignorando así la oferta y provocando que el duque sea la comidilla de las gentes de su pueblo.

Por ello, el duque decide enviar a Dufort a buscarla, éste un joven sin oficio ni beneficio mas que el de mercenario; roba o lleva a cabo ciertos trabajos no especialmente éticos con el objetivo de conseguir unas monedas que le permitan seguir subsistiendo. Tras aceptar, aparentemente, la oferta del duque, ya que no le convence el final que le espera a la joven novia, decide tomar rumbo a Francia. Lo que Dufort no espera encontrarse durante el camino es a una joven que no sólo desestabilizará todas sus ideas y su vida solitaria y sin compromisos, sino que además hará que su viaje se complique una y otra vez dificultando su misión.

Esa joven será Alda, que con su fuerte carácter y su arrojo descolocará a Dufort, le sacará de sus casillas y le hará replantearse en más de una ocasión lo que ella le provoca. Me ha encantado este personaje, una mujer independiente, luchadora y fuerte...nada que ver con el papel de mujer sumisa que cada vez se ve más en la novela romántica. Viajarán juntos compartiendo diferentes sucesos que les permitirán conocerse más, incrementando así los sentimientos que ambos comparten.

Eso sí, su historia no será nada empalagosa porque Alda y Dufort son cabezotas y testarudos, se atraen y se gustan, se buscan pero se alejan al mismo tiempo, evitando lo que es evidente. Y ,especialmente, Dufort que acostumbrado a su soledad y a evitar cualquier tipo de sentimiento, la esquivará sabiendo que lo que él la puede aportar no tiene nada que ver con lo que ella busca. Sin embargo ninguno de los dos cederá ante lo que quiere el otro, por lo que estarán continuamente metidos en peleas con las que pasaremos momentos muy divertidos.

Para mí de "Corazones mercenarios" su punto fuerte es la ambientación de la historia y cómo está narrada. Nos situamos en las costas del norte de España en el S.XII y Beatriz lo refleja a la perfección con determinadas escenas, como la forma de actuar de un pueblo costero ante una ballena varada en la playa o las costumbres de la minoría gitana de la época. Pero además su autora utiliza un lenguaje propio de la época, creando así mayor sentido a lo que se narra y haciéndolo aun más especial. Creo que hay muchas novelas románticas-históricas que no utilizan este recurso y al final la historia pierde mucho, sin embargo en esta que os traigo ocurre todo lo contrario.

He disfrutado mucho de esta historia, es una lectura en la que la forma en la que evolucionan sus personajes y las tramas en las que están metidos enganchan. Si queréis leer una historia romántica con toques históricos; narrada con un lenguaje adaptado a lo que cuenta; personajes fuertes que se ajustan a lo esperado en su época y con los que sufriremos porque ninguno de los dos se lo pondrá fácil al otro, os la recomiendo totalmente. Amor, pasión, mentiras, miedos y aventura es lo que nos espera en esta novela.


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Esta es una novela de amor y aventuras, aunque difiere un poco de lo que se conoce como novela romántica, o al menos eso opino y creo que se debe al estilo narrativo empleado.
La narración se adecua a la ambientación histórica, no solo los diálogos y esto me ha sorprendido porque no estoy acostumbrada a ver ese tipo de expresiones si no es en novelas clásicas. Es un detalle que para mí ha hecho que la novela sea diferente, no sé si decir si es bueno o malo, depende de los gustos, pero en mi caso creo que me ha hecho no empatizar del todo con los protagonistas.
Las aventuras que viven son muy entretenidas, sobre todo porque hay una buena muestra de cómo eran las costumbres de la época. La trama amorosa no es la más original, bastante predecible, aunque ágil y entretenida al ser de amor-odio. Los personajes están muy bien perfilados, bien caracterizados, pero no han logrado emocionarme mucho.
La novela se lee muy bien, me ha resultado entretenida y me ha gustado bastante, creo que a cualquiera que le guste la novela romántica o histórica puede disfrutarla.