Una novela corta que se te va de las manos como agua. La autora nos lleva y nos trae a su antojo con saltos en el tiempo, les cede la voz a sus personajes para maravillarnos con el lenguaje. Su capacidad para retratar ambientes y paisajes es brutal, con pocas palabras logra recrear en detalle la vida de un pueblo, transmitir una atmósfera. No le falta ni le sobra una palabra, una vez que te atrapa no te suelta.
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