Una lectura no muy extensa que se lee como se escuchan las conversaciones pausadas, tranquilas, positivas y enriquecedoras. Su autora consigue una reflexión muy personal sobre la mujer, su relación con el mundo y el camino recorrido durante los últimos años. Nos habla de las mujeres que influyeron en su vida y en sus decisiones, pero sobre todo nos habla de todas las mujeres, de su lucha por erradicar la violencia, por cambiar el patriarcado y conseguir su autonomía, y todo ello desde la certera posición que dan los años y los errores y aciertos vividos. Me he encontrado un texto sincero, rápido, personal sin llegar a intimar demasiado, global, cercano y, en cierta manera, erudito, ya que habla de cómo se formó su espíritu femenino, su lucha por entender, sus amores pasados y presente, y su familia, sin dejar de lado el objetivo de este ensayo, el empoderamiento femenino como solución del mundo. Me ha gustado leerla, con el respeto de alguien que comienza a entender lo que no entendía hace veinte años, porque los años pasan para todos. Lógicamente, estas palabras no implicarán lo mismo para una lectora de veinte años, una de cincuenta o una de setenta; al igual que la autora no hubiese escrito lo mismo hace cincuenta años o hace veinte. Me quedo con la fuerza de sus palabras, con la luz que desprenden, con su manera de reflexionar consiguiendo mantener mi interés y con la verdad de su manera de entender la lucha de la mujer. |