Me será muy difícil vengar a todos los que tienen que ser vengados, porque mi venganza no sería más que otra parte del mismo rito inexorable
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Me será muy difícil vengar a todos los que tienen que ser vengados, porque mi venganza no sería más que otra parte del mismo rito inexorable
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Tal vez temía que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la más terrible de todas: la convivencia.
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Ella era una criatura romántica y sentimental, con tendencia a la soledad, de pocas amigas, capaz de emocionarse hasta las lágrimas cuando florecían las rosas en el jardín.
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El pasado y el futuro eran parte de la misma cosa y la realidad del presente eran un caleidoscopio de espejos desordenados donde todo podía ocurrir.
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-Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad. Morir es como nacer: sólo un cambio.
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Tal vez temía que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la más terrible de todas: la convivencia.
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Aquí la locura se repartió entre todos y no sobró nada para tener a nuestro propio loco de remate.
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Entonces se deslizó hasta su cama, sintiendo por dentro todo el silencio del mundo.
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Aquí la locura se repartió entre todos y no sobró nada para tener nuestro propio loco de remate
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Tomó a la niña en los brazos y no la soltó más, andaba con ella prendida al pecho, dándole de mamar en todo momento, sin horario fijo y sin contemplaciones con las buenas maneras o el pudor, como una indígena. No quiso fajarla, cortarle el pelo, perforarle las orejas o contratarle una aya para que la criara y mucho menos recurrir a la leche de algún laboratorio, como hacían todas las señoras que podían pagar ese lujo. Tampoco aceptó la receta de la Nana de darle leche de vaca diluida en agua de arroz, porque concluyó que si la naturaleza hubiera querido que los humanos se criaran así, habría hecho que los senos femeninos secretaran ese tipo de producto. Clara le hablaba a la niña todo el tiempo, sin usar medias lenguas ni diminutivos, en correcto español, como si dialogara con una adulta, en la misma forma pausada y razonable en que le hablaba a los animales y a las plantas, convencida de que si le había dado resultado con la flora y la fauna, no había ninguna razón para que no fuera lo indicado también con la niña. La combinación de leche materna y conversación tuvo la virtud de transformar a Blanca en una niña saludable y ... hermosa. + Leer más |
Primera novela de la autora, fue publicada en el año: