Por orden de los Peaky Blinders

A simple vista podría parecer "otra serie de gangsters", pero si Peaky Blinders ha logrado alzarse como una de las series mejor valoradas no es por casualidad. Hay historias que parecen haber sido olvidadas por el tiempo. En América, Clint Eastwood lleva años siendo un héroe que se lía a tiros con todo lo que pilla. ¿Por qué la clase obrera de Gran Bretaña debe conformarse con ser retratada en el papel de víctimas, y no plasmar a sus propios héroes? Eso es lo que hicieron. Rescatar a esas personas que en 1917 aún trataban de reponerse a la Primera Guerra Mundial, y convertirlos en iconos.

La introducción corre a cargo de Steven Knight, guionista de la serie, quien desde niño había escuchado las fascinantes historias de las west midlands en los años 20. En su cabeza esos personajes y su leyenda fueron cobrando vida con fuerza, con la necesidad de que alguien les diera voz. Pero no quería contar sólo una parte de la historia, limitarse a ensalzar a los vencedores y olvidarse de los vencidos. Es por eso que se documentó con los periódicos locales, donde cada mínima noticia proyectaba algo de luz en la historia que pretendía crear. Así acentuó la humanidad de sus personajes, buscó un equilibrio entre hombres y mujeres y, decorándolo con asombrosos escenarios y una estética inmejorable, se lanzó a la aventura.

Para quienes no conozcan la serie, diré que es un drama, un western y sí, obviamente, bebe del género gangster. Todo empieza en un mundo de hombres donde las mujeres se han adueñado de sus negocios y cuidado de las familias durante el tiempo que duró la guerra. Una de ellas es Polly Gray, que se alza paralela al líder de los Peaky Blinders: Tommy Shelby. Tommy padece "neurosis de guerra" (La actual TEPT) y por ello no tardamos en descubrir que pese a su aparente frialdad es un hombre vulnerable. Por su parte, su hermano Arthur es mucho más temperamental e inestable, propenso a caer en problemas de alcohol y drogas para intentar silenciar los fantasmas que la guerra ha depositado en su cabeza. Ninguno se ciñe al estereotipo que tenemos en mente cuando pensamos en un gangster, Tommy es inteligente y calculador, mientras Arthur es un hombre atormentado y el joven John pura adrenalina.

Visten bien, se mueven por las altas esferas. Porque en aquella época los gangster o los camellos resultaban exóticos, a los ricos les gustaba invitarlos a sus fiestas. Pero no como a iguales. Siguen siendo la clase obrera, siguen teniendo cicatrices que los hacen destacar entre tanta ostentación. Y es que en el fondo están contando historias que otras personas han vivido, solo que nadie los ha escuchado. La lucha de clases, dinero, poder, política. A esto hay que sumarle la belleza visual de la serie, uno de sus puntos fuertes: Los coches de época, las tabernas, las casas de apuestas... sin olvidar a sus impresionantes actores. Sobresaliente.

Todo esto sale en el libro. Es increíble y no solo para fans de la serie, puesto que la información que aporta va en muchas direcciones: Desde el proceso creativo, la inspiración, entrevistas a los actores, cómo se metieron en sus respectivos papeles, la banda sonora, esa inimitable forma de vestir, curiosidades de la época, detalles que nunca llegaron a emitirse... una verdadera maravilla cuidada al detalle y acompañada de imágenes nunca antes vistas. Publicado en tapa dura, a todo color, con un sinfín de secretos en su interior... creo que es una absoluta fantasía para cualquier curioso.

Entre sus muchos aciertos, destaco que el libro incluya algunas de las mejores frases de la serie, y es que hay diálogos que son para enmarcar. También hay una playlist completa con la música que aparece en la serie, como diría Cillian Murphy: "Hay canciones que son Peaky, y otras no". Es música muy melancólica. Tiene que ser un espejo que refleje lo que está pasando por la mente de los personajes. Como anécdota, Bowie era tan fan de la serie que su representante prometió que se pasaría por el rodaje. Lo dijo cuando Bowie ya estaba enfermo, pero nadie lo sabía.

Violencia y vulnerabilidad. Mezcla de culturas y perfecto homenaje a Birmingham y sus gentes, Peaky Blinders es una serie que merece todos los honores. Pero más allá del producto, yo me quedo con su esencia. Con todo el trabajo, las anécdotas, los detalles. Éste libro es una absoluta obra maestra.

Y por supuesto, si aún no habéis visto la serie, os la recomiendo encarecidamente.
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