Mi vida con Graham Greene

¿Conocemos a Graham Greene? Seguramente todas las respuestas serían, sí, claro, es un escritor que además, muchas de sus obras fueron llevadas al cine por famosos directores, con grandes actores y con mucho éxito. Incluso hasta podemos haber leído alguna de sus más famosas novelas como El tercer hombre, El factor humano, El poder y la gloria…

Pues sí, ciertamente esto es lo normal y esperable, sin embargo, también se generaron a su muerte, ocurrida en el año 1991, ciertos aspectos biográficos que no lo dejaban en muy buen lugar.

Este es el motivo por el que su compañera sentimental Yvonne Cloetta, que compartió con él más de treinta años de su vida, se decidiese a contar en este libro los años vividos junto a él, un hombre que siempre prefirió estar al margen y en un segundo plano.

Es muy curiosa la forma en la que todo el libro está escrito, ya que se trata de conversaciones mantenidas entre Yvonne, la mujer que amó a Graham Greene, con la periodista Marie-Françoise Allain, además hija de un amigo y compañero de Greene en el Servicio Secreto Británico, y es en forma de preguntas y respuestas como se organiza este llamativo libro que nos descubrirá a un escritor en carne y hueso, a un hombre polifacético, también apasionado, muchas veces arrebatado por la melancolía, un gran viajero, fue también espía, además comprometido políticamente, y un gran defensor de los derechos humanos.

Un retrato de Graham Greene, que con entera libertad, Yvonne Cloetta y los recuerdos de su vida compartida con él, nos va mostrando y siempre que es posible, acompañado por escritos, las cartas que le escribía y puntualizaciones que el escritor anotaba en un cuaderno a modo de diario que ella tenía y donde dejaba que el escritor interviniese escribiendo algunos de sus pensamientos.

Yvonne Cloetta conoció al escritor en el año 1959, cuando ella vivía en Camerún, residía con su esposo, un ejecutivo francés, y tenían dos hijas pequeñas. Greene, ya era un escritor conocido que desde el primer momento se sintió atraído por ella, pero no será hasta más tarde, ya en París, cuando empezarán su intensa relación, a veces a distancia, que nunca se interrumpiría, hasta la muerte de Greene, y a pesar de no llegar nunca a casarse, ella fue la persona que estuvo a su lado en los últimos momentos. Las dos hijas de Yvonne lo adoraban.

En el libro también conoceremos a esta mujer que fue tan importante para Greene, era muy optimista y vital. Supo y quiso mantenerse al margen, aunque también participó y ayudó en la edición de algunos de los libros de Greene.

Greene del que también nos conmueve su pasado, una adolescencia marcada por la tristeza e incluso por sus intentos de suicidio. Su melancolía siempre parece haber estado presente y la escritura era un terapia para su vida, a pesar de que también sufría al hacerlo.

Un libro que, al adentrarse por la vida más íntima del escritor, desvelándonos ciertos momentos desconocidos, te mantiene expectante mientras nos ayuda a una mejor comprensión de uno de los escritores más importantes del siglo XX.

No somos lineales, sino todo lo contrario, somos poliédricos, es seguramente nuestra característica más concreta, más humana, aquella que nos señala a cada uno de nosotros.
Es quizá en Graham Greene donde se perfila claramente esta característica. Hizo muchas cosas, fue muchas cosas y parece ser que todas ellas estuvieron rondando la oscuridad de la depresión, de la melancolía.

La melancolía que es el mundo al revés, pues se dirige siempre e invariablemente hacia atrás y no por el contrario como nos enseñan las manecillas del reloj.
La melancolía fue una constante en la vida del autor, la melancolía, ese marco cerrado en sus cuatro vértices, que nos retiene dentro de él. A Graham Greene tampoco lo dejó salir.

Su mujer, su compañera, la mujer a la que amó lo siguió hasta el final, sabiendo saltar cada hándicap que un temperamento tortuoso y difícil fue poniendo en su camino.

Ella con él, tomados los dos, enfrentaron la vida de un modo armonioso y en muchos aspectos pleno, potenciado en todo momento por el gran amor que se tenían.