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Habría podido leer esta historia más lenta y pausadamente, absorber sus detalles -los de Susie, los brillos de la vida que no vio-, pero el tema central no es sencillo, ya lo sabemos, y cada ciertas páginas se me arrugaba el corazón y me salían algunas lágrimas. Soy de las muchas personas que vieron la película sin saber nada del libro y cuando años después supe de su existencia lo agregué a mi lista de pendientes. al fin llegó el momento, y debo decir que no me arrepiento. Aunque sigo sin tener una explicación real sobre por qué decidí leer una historia triste desgarradora y enfurecedora, sabiendo que allá afuera hay hombres haciendo cosas horribles a mujeres (niñas en específico), ¿por qué leer sobre unos de estos muchos hechos, en una novela, cuando hay cosas más felices para leer? sé qué no es morbo, quiero creer que es un intento de reforzar la esperanza, recordar y sanar, no permitirse perder la bondad y el cariño a los demás, no permitirnos como comunidades que esto siga ocurriendo, aún a costa de las cosas horribles a las que se nos obliga a enfrentarnos, no perdernos a nosotros mismos. No soltar la ternura y la inocencia, y no verlas como las únicas características válidas ni tampoco como defectos, claro. Es un tema delicado y duele tanto, pero confio en que llegará el momento en que estas historias van a dejar de ser posibles, porque tampoco pasarán en la vida real. Y ya, es una historia espantosamente normal, a nadie le extraña el suceso que se narra, el crimen y su impunidad, los sentimientos que despierta son universales, la falta de respuestas y el aparente único camino de 'perdona y olvida'. Susie no tuvo la culpa, su curiosidad no le causó la muerte. Vivir debió haber sido su destino. Hay mucho por hacer, muchas cosas que cambiar, los hombres que hacen esas cosas no son monstruos, son hombres que la sociedad con todos sus defectos cría de la manera incorrecta. Ya basta de reproducirlo, de aceptarlo como algo que pasa y simplemente desear que no te pase a ti y a los tuyos. No necesitamos que se justifiquen, creo que tampoco queremos saber sus razones, tal vez tampoco que se arrepientan, necesitamos que dejen de hacerlo. . . . Me gustaría que las personas no lo leyeran sólo por pasar el rato, sólo porque toca y no hay nada más que leer, o porque esperan que rl asesinato de una niña les remueva las entrañas, y que si, al terminar de leer el libro, no se sienten satisfechos, pasen a otra cosa y ya. La situación es dura y esperaría empatía y sensibilidad. La autora también narra de la mejor manera, un recordatorio de que tenemos derecho a enfrentarlo como se quiera y como se pueda, pero también pone atención en que cualquiera que sea el camino que se elija para superar algo como esto, tendrá consecuencias y el dolor va a seguir, aunque puede que en algún momento escueza menos. Un relato sobre el intento de superación familiar después de una tragedia, la vida continúa. "Casi. No exactamente. Os deseo a todos una vida larga y feliz" |
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