Los jardines del agua

Hace un tiempo tuve la oportunidad de acudir a la presentación de "los jardines del agua". Durante el evento, Silvia nos hablo sobre su historia y la investigación que había llevado a cabo para desarrollar la trama del libro. La historia de esta novela ya me llamaba la atención, pero después de esta charla me entraron todavía más ganas de tenerlo entre mis manos.

Ahora que lo he leído, solo el puedo decir que me ha encantado. Ha sido un libro bastante diferente a los que suelo leer.

"Los jardines del agua" nos presentará a Julia, Shui, Olivier y Elio. Cuatro chicos que se conocerán por casualidad y, por cosas del destino, sus vidas quedaran entrelazadas para siempre gracias a los jardines del agua. Una obra de teatro que se escribió hace años en la misma ciudad en la que se encuentran actualmente, Venecia. Quién iba a decirles que su presente tendría tanto que ver con la época en que nació esta historia.

Hasta aquí puedo deciros. Para saber más,  tendréis que leer la historia completa.

Este es uno de esos libros que pueden engañar si solo nos fijamos en su sinopsis. A simple vista solo puede parecer una historia juvenil romántica, en la que los personajes se conocen y se enamoran. Pero es mucho más.

Al principio me costó un poco engancharme. No entendía bien hacia dónde quería ir la trama. Ocurrían muchas cosas con las que no conseguía establecer una relación .Pero esto solo hizo que me pudiera fijar mejor en los personajes.

El libro estará narrado en dos líneas temporales presente y pasado. En el presente, conoceremos a Julia, Shui, Olivier y Elio. Julia se ha trasladado a Venecia para estudiar en la academia de artes de la ciudad. Shui viaja desde Shanghái a Venecia para visitar a sus parientes, los Salgari. Olivier es uno de los herederos de los Salgari .Pero,  pertenecer a una familia rica no quiere decir que puedas hacer lo que tú quieras. Es un pájaro atrapado en una jaula de oro. Y Elio está viviendo con su hermano mientras se recupera de un grave accidente de moto.

Sus vidas se entrelazarán sin que se den cuenta. Y, conforme vayamos leyendo,  los iremos conociendo mejor. Descubriendo cuales son sus verdaderas motivaciones. Y lo mismo nos ocurrirá con Ariel, María y Yebai, los personajes del pasado. Nos daremos cuenta de que existen algunas relaciones entre todos ya que algunos son antepasados de la familia Salgari, que conoceremos más a fondo en el presente.

Los personajes me han parecido muy reales. Cada uno irá tomando el testigo, narrando parte de la historia desde su punto de vista. La única pega que tengo con ellos es que he echado en falta conocerlos aúnmás, en profundidad. Sobre todo a Olivier, quien me ha parecido el personaje mas interesante de todos. Y eso que al principio me caía fatal.

Os acordáis que os decía que la trama no me terminaba de enganchar. Pues, después de que todo se nos haya presentado e introducido correctamente, es cuándo comenzará a cambiar el ritmo de la historia. Y esto no podría ponerse más interesante. 

Las dos épocas comenzarán a hilarse y relacionarse. Paralelo a esto, no pararán de ocurrir mil cosas. Cuando ves que las historias empiezan a encajar te explota la cabeza. Silvia consigue conectar las tramas con una precisión de cirujano, dejándote con la intriga y mil ganas de saber mas cada vez que cambiamos de época.

De la nada nos encontramos ante el gran misterio que esconde la obra de los jardines del agua. Y sin darte cuenta, te volverás uno más del equipo. No puedes evitar emocionarte cuando aparece una pista nueva y te mueres de ganas de saber para qué sirve esta. Mientras leía, me sentía como en un capítulo de los cazatesoros.

El libro se vuelve super adictivo, no podía parar de leer. Además, como estás cambiando continuamente de narrador no te da tiempo a cansarte. 

Me ha gustado mucho que la investigación fuese creíble y que todo se justificarse correctamente. He leído bastante thrillers y no me convence nada cuando los personajes se sacan las pistas de debajo de la manga.

La ambientación también me ha encantado. Sobre todo, el contraste que se crea cuando saltas del presente al pasado. Te sigues encontrando en la misma ciudad pero, al ser otra época , todo es distinto. Se utilizan las descripciones justas para que te puedas imaginar los edificios, las vestimentas y a sus gentes. Me gusta que no se hayan realizado muchas descripciones porque luego las historias se me hacen muy pesadas. 

Confieso que después de leer esta novela, me han dado muchas ganas de viajar a Venecia. Para recorrer sus calles y montar en el vaporetto.

El final de la historia me ha encantado. Hubo momentos donde me imaginé la muerte de algun personaje y lo pasé realmente mal. Qué bien que mis teorías se quedaron en un susto. 

En conclusión, "los jardines del agua" ha sido una historia distinta. de esas que te sorprenden y te hacen viajar. al principio no sabras bien hacia dónde va la trama. Pero, una vez se ponga todo interesante, no podrás parar de leer hasta llegar al final. Te enamorarás completamente de los personajes, volviéndote uno más de su grupo. Y no olvidemos esas investigaciones, con las que no podras evitar pensar que te has convertido en un auténtico buscador de tesoros. Os animo a descubrir el secreto que esconden los jardines del agua. Estoy segura de que el libro os encantará

Me hizo una ilusión enorme cuando vi anunciada la publicación de esta novela y mis ganas de leerla fueron instantáneas porque creo que puedo decir que ya conocía a Silvia Aliaga aunque en aquella ocasión fuera como coautora de de Seúl al Cielo (Nocturna Ediciones) junto a Tatiana Marco. de todas formas, es la primera vez que puedo leerla en solitario así que realmente me pilla de nuevas y ha sido una grata sorpresa poder descubrirla con esta historia de aventuras, misterio y shippeos por todas partes. No tenía ni idea de qué iba y solo había visto las palabras "Venecia" y "salseo" cuando comenzó la promoción de la novela, cosa que fue suficiente para querer leerla sin condiciones de antemano. Junto a su trilogía coreana, queda claro que una de las señas de identidad de esta autora es la diversidad, tanto racial como de sexualidad, de identidad sexual y de todo lo que pueda ser diverso en general, lo que de entrada le suma puntos como escritora, y más razones para volver a necesitar leer cualquier cosa que decida publicar.

En mis manos he tenido una historia que mezcla pasado y presente, una de las mecánicas de las que más disfruto. Así que en pleno siglo XXI tenemos a un grupo de amigos viviendo aventuras en la ciudad italiana de los canales mientras que en el pasado nos encontramos a otros personajes igual de relevantes creando un misterio alrededor del cual se forjará toda una leyenda y una secta fanática que tratará de hacerse con un secreto que involucra al mismísimo Marco Polo. La premisa ya parte con un encanto y un misticismo especial que hace que llame la atención por sí sola, pero además la ambientación por la ciudad de los canales completa un escenario de lujo. Para mí ha sido una de las partes más logradas de toda la novela, tanto en la ambientación del pasado como en la del presente y realmente he visualizado todo lo que va describiendo la autora.

Como protagonistas principales Silvia Aliaga nos presenta a Julia, Elio, Olivier y Shui, tan distintos entre sí como interesantes pueden llegar a ser unos personajes. La única integrante femenina del grupo de amigos, de nacionalidad española y estadounidense, llega a la ciudad italiana para trabajar gracias a un amigo de su padre, que le da la oportunidad de ganarse un dinero antes de comenzar en la universidad trabajando en el lujoso hotel que dirige. Allí, Julia conoce al hijo de la familia, Olivier, y al primo de este, Shui, mitad chino mitad italiano. Ambos primos no se encuentran en el mejor momento de su relación a pesar de que de niños eran inseparables verano tras verano. Por último, Elio intenta pasar página y encontrar su camino en la vida después de haber sufrido un brutal accidente de moto que le apartó de los circuitos de competición. Por otro lado, hace unos siglos vivieron allí los otros dos personajes relevantes de la novela: María y Yebai, con una historia pasada de lo más enigmática, creada entre bambalinas de obras de teatro, bailes de máscaras y actrices misteriosas, que se desarrolla a medio camino entre la amistad, el romance, el libertinaje y la lealtad.

Sin embargo, aunque en términos generales es una historia que a mí me ha resultado adictiva y he podido leer en apenas unos cuantos días, sí que he notado que en ciertos pasajes la trama se vuelve algo lenta. En realidad no sé si “lenta” es la palabra adecuada, pero creo que hay tramos con un ritmo más pausado en cuanto a los acontecimientos del pasado sobre todo y, por el contrario, todo se vuelve algo acelerado y confuso en algunos tramos del presente, como con algunos momentos farragosos cuando se va resolviendo la trama de la investigación. No lo veo realmente como algo negativo intrínseco a la novela porque puede ser sensación mía totalmente, pero aun así lo comento porque hacia el final, cuando poco a poco se van resolviendo los puntos que unen pasado con la investigación del presente, me costaba un poco seguir esa unión. de todas formas, creo que este libro es más de personajes y se sostiene solo con las relaciones que se establecen entre ellos, aunque como motor conductor tengan que resolver qué historia turbia se esconde detrás de la misteriosa obra titulada Los jardines del agua y que les lleva a enfrentarse a personas peligrosas que no dudan en eliminar a quien se interponga. En este sentido, como digo, la novela es entretenida, adictiva y, pese a los altibajos, con un ritmo trepidante.

En otro orden de cosas, destaca la narración fluida y dinámica, porque aunque los capítulos sean larguísimos (apenas 13 en todo el libro) cada uno está dividido en mini capítulos según el punto de vista de los distintos personajes que narran; y porque casi todo transcurre a una velocidad estupenda a través de diálogos e interacciones de lo más sugerente y eso hace que estemos toooodo el rato intentando emparejar a los personajes por la increíble química que transmiten unos y otros. Como comentaba, este es el verdadero punto fuerte de lo que podréis encontraros en esta historia: diversidad, shippeos y muchos sentimientos descontrolados. Me ha encantado conocer a todos los protagonistas, he disfrutado muchísimo de todas las parejitas que se van formando y he estado pegada al libro hasta que se ha resuelto todo, así que no se le puede pedir más a una novela juvenil que es puro entretenimiento.

En otras palabras, es una historia adictiva que mezcla pasado y presente de una forma armoniosa y fluida como los jardines de los que habla el título. Más allá de la propia trama, los personajes y las relaciones que van formando entre ellos son la verdadera esencia de esta novela y lo que ha logrado que me costara soltar el libro. No es que fuera con ninguna expectativa concreta al empezar a leer, pero la narración de Silvia Aliaga y su forma de entrelazar historias personales con aventuras y misterio me ha encantado, así que salgo más que satisfecha de esta lectura que por otro lado puede ser un libro sencillito y ligero. Por mi parte es una recomendación para cualquier lector de literatura juvenil, pero si además os gustan las aventuras, las tramas de misterio y las novelas que intercalan épocas, seguro que disfrutaréis tanto como yo de esta historia.
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Hola, espero que lo hayáis pasado muy bien este verano, yo lo he pasado lleno de horas de piscina, playa y lecturas. Entre ellas este nuevo libro de una de las autoras de la saga de Seúl al cielo, libro que os recomiendo muchísimo. En esta ocasión ha cambiado la ubicación y hasta el género, pero igualmente me ha sorprendido y gustado mucho, os cuento que tal es lo nuevo de Silvia Aliaga.

Pese a que ya me tenía conocida la narrativa de la autora no es lo mismo, en esta ocasión al no estar escrita a cuatro manos sabía que algo diferente me iba a encontrar. Pero no penséis que para mí ha sido un impedimento, me gusta descubrir narrativas nuevas, y si encima son así mucho mejor. Y es que la narrativa de Silvia es amena, sencilla, y sobre todo atrapante. Las descripciones suceden de forma justa y ordenada, sobre todo para darnos un magnífico punto de encuentro para estos personajes como es la espectacular ciudad de Venecia y sus alrededores. Yo la visité hace tiempo y aún recuerdo con mucho cariño sus canales, sus puentes y esa sensación de retroceder en el tiempo a una época dorada de los palacios y el esplendor. Y Silvia nos regala no solo un vistazo a la actual Venecia sino que nos transporta a su pasado. La trama se alterna entre dos tiempos, el actual y presente, y el pasado a principios del siglo XX. Además está narrado en tercera persona, porque si en de Seúl al cielo nos regalaba una novela coral en esta ocasión no podía ser menos. Eso me ha encantado porque necesitaba de cada uno de los personajes, no perder detalle de cada uno de sus pasos.

Os he hablado de que está ambientada en Venecia y alrededor, aunque también pasaremos por algún que otro paisaje idílico de esta región tan magnífica. Pero lo que más me ha sorprendido y encandilado es que Silvia sabe cómo hacer que te sientas parte de todo, de cada rincón, de cada canal, y de cada palacete por el que nuestros personajes recorren una y otra vez, dando lugar no solo a una trama que engancha sino que nos recrea un escenario maravilloso. Lo bueno es que no estamos ante un libro de las andanzas de unos adolescentes y sus vidas, sus problemas y sus amores. Y es que Silvia ha sabido llevar muy bien una parte de investigación e intriga, en el que yo me vi sin remedio sumergida en unas hojas que sin darme cuenta volaban en mis manos, y en las que veía que no conseguía en ningún momento despegar mi atención. Se llega a un final que si bien te haces una y otra vez suposiciones, de si todo esto lo lleva a cabo uno u otro personajes, pero tengo que decir que mis suposiciones fueron erradas, la autora me ha sorprendido con un final totalmente inesperado, con toques que para nada podía sospechar.

Los personajes me han gustado mucho, todos tienen sus más y sus menos, pero ninguno deja indiferente. La autora sabe cómo darles vida y están bien definidos, pese a ser muchos enseguida te haces con todos ellos, y más que al estar ante un libro en el que podemos encontrar también personajes en el pasado, no me hice ningún lío en ningún momento. Quizás en el pasado me ha faltado un poco más de cierto personaje que huye de su familia, que me resultaba muy interesante, pero no llega a ser un vacío excesivamente grande. Mi favorito es Shui, sin duda para mí es el personaje que más destaca, pese a que los demás no desmerecen un puesto mucho más bajo en el cariño que les he cogido. Así que no os preocupéis si no sois de novelas coral, yo soy un desastre con los personajes y no me he perdido en ningún momento, se disfruta mucho desde las primeras páginas, en donde se nos presentarán muy bien cada uno de ellos. Quiero comentar que tenemos representación LGBTI+ y me parece perfecto, porque no paraba de shippear a dos de los personajes y lo necesitaba.

En general es un libro juvenil que me ha gustado mucho, porque se nos presentan a unos personajes bien construidos, con sus problemas con sus amores y sus decisiones de futuro. Y también se entremezcla con una trama de intriga con investigaciones y muchos secretos por descubrir. Todo ello ambientado en un escenario de ensueño como es la Venecia actual y la de comienzos del siglo XX.
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Tengo que reconocer que la sinopsis no dice mucho, la verdad, y no refleja lo que hay dentro del libro. Cuando empecé a leerlo me espera la típica historia de romance adolescente, niños ricos y no tan ricos que se entremezclan y acaban enamorándose y, aunque es así en cierto aspecto, esto es totalmente secundario y estamos ante una historia con ciertos toques de misterio que, tengo que reconocer, me ha encantado.
Estamos ante la búsqueda de una vieja reliquia que nos lleva hasta Marco Polo y una de sus últimas misiones antes de regresar a Italia. La verdad es que esto me ha encantado, porque ya conocía a parte de los personajes que aparecían gracias a la novela La voz de plata de Alba Quintas, por lo que esa parte un poco más histórica no se me ha hecho pesada. Nuestros protagonistas, dos de ellos descendientes de una adinerada e importante familia italiana, se encuentran de casualidad con una historia que los sumerge de lleno en la investigación de sus antepasados para descubrir un secreto que, cabe la posibilidad, de que solo sea una leyenda.
En este sentido tengo que decir que la historia me ha atrapado, pero ojalá pudiera decir que desde el principio. Creo que, en este sentido, el ritmo es un poco irregular y que tarda bastante en entrar en materia. Cuando comencé a leer pensé que, simplemente, la historia iba a girar en torno a Julia, una de las protagonistas, y la lista de tareas que su hermana le ha impuesto para ese verano, y no entendía muy bien los saltos al pasado que hace la historia. Sin embargo, hacia la mitad de la narración, cuando todo empieza a cobrar sentido, ya no pude parar de leer.
Creo que el no saber exactamente de lo que iba la historia y el empezar a leerlo con una idea preconcebida y equivocada es lo que me hizo no disfrutar de las primeras páginas de la historia.
En cuanto a la forma de narrar de Silvia me ha gustado bastante, yo no la conocía pero me a gustado, porque es bastante sencilla y directa, sin demasiado artificio, pero tampoco fría. No abundan las descripciones, pero las que hay están muy bien conseguidas, haciendo que la ambientación de la historia esté muy lograda y te transporte a los escenarios en los que todo transcurre.

Respecto a los personajes, nos encontramos con cuatro protagonistas. de Julia ya os he hablado, es el primero que aparece: se muda a Italia desde España para estudiar en La Academia, cosa que puede gracias a un viejo amigo de su padre. Su hermana mayor le ha puesto una pequeña lista de tareas para que vuelva a reencontrarse con ella misma y salga un poco del caparazón en el que está metida. Sabemos que ha pasado por unos momentos difíciles y que, a pesar de todo, es una mujer muy fuerte que sabe sobrevivir, aunque a veces necesite un poco de ayuda.
Shui es el segundo personaje que conocemos. Él y Julia coinciden en un tren y, después, por cosas del destino, vuelven a encontrarse . Su padre es chino y su madre, italiana, así que regresa a la vieja casa materna para pasar el verano con sus parientes. A pesar de todo, sus rasgos chinos son predominantes. Me ha parecido un personaje muy tierno y cabal, un chico que sabe adaptarse a las circunstancias, aunque a veces, cuando se pone nervioso, se olvida de todo. Es un personaje muy entrañable.
Elio Astori está en Italia recuperándose de un accidente. Tiene -como casi todos los personajes de esta historia- que sanar muchas cosas. Es un joven un poco solitario que vive con su hermano mayor, quien parece sacarle siempre de quicio. Primero conoce a Julia y se hacen amigos de manera muy natural, quizá es la relación que más me ha gustado como se va entablando.
Por último tenemos a Olivier, primo de Shui y perpetuo enfadado con el mundo. al principio no me gustó demasiado, pero poco a poco vas entendiéndole y se va ganando un huequito en tu corazón. Es verdad que es un joven que vive en una jaula de oro, pero lucha por salir de ella.
Una cosa que me ha gustado de estos personajes es que, aunque se los va describiendo a lo largo de la historia, casi siempre es a través de los ojos de artista de Julia. Esto, por la contra, tiene algo negativo y es que muchas veces sus sentimientos no aparecen reflejados. Sobre todo en los casos de Elio y de Olivier me ha parecido que su historia no está completa y que no he llegado a conocerlos. Es verdad que todas las dudas sobre ellos que me han quedado no tenían mucha relevancia para la trama, pero no sé, me hubiera gustado que, o bien hubieran sido personajes más planos en los que no se nos contase nada de ellos o que se nos mostrase más esa parte que parece quedar oculta en la penumbra.

En definitiva, es una historia que al final he podido disfrutar muchísimo y que os recomiendo si lo que queréis es una historia de verano un poco diferfente.


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Un libro que no solo me encantó, sino que además me parece perfecto para leerlo en verano: “Los jardines del agua” de Silvia Aliaga publicado por la Editorial del Nuevo Extremo.

Julia recibe una beca en la famosa Academia de Venecia. En el tren de camino a su nuevo destino conoce a Shui. Sus vidas, junto con las de dos adolescentes más, un rico heredero, Oliver Salgari y Elio, un chico con mucha frustración acumulada, se ven entrelazadas como sólo puede pasar en verano. Lo que al principio parece un climático y calmado desarrollo de un romance adolescente se convierte en una aventura de lo más original.

En esta primera novela en solitario Silvia Aliaga nos sirve un poco de todo: romántica, misterio, acción... El libro me recuerda las novelas de aventuras como las de Verne o de Lindgren pero mezcladas con temas actuales llevados con mucha seriedad. Vemos como Julia, Shui, Oliver y Elio pasan su probablemente último verano siendo adolescentes, justo antes de empezar una vida adulta. Junto a ellos observamos la importancia de tomar ciertas decisiones, de escoger lo que es “lo nuestro”, de ser fiel a uno mismo y de no juzgar a la gente por las apariencias o por su posición social. Vemos, un poco de paso, la diferencia entre los ricos y los pobres y cómo la manejan nuestros personajes. La historia tiene una fuerte representación LGTBIQ+ y en todo momento el mensaje es positivo: hay que ser uno mismo y luchar por nuestros sueños.

Pero definitivamente, es la aventura la que finalmente se lleva todo el protagonismo. Venecia, Shanghái, Marco Polo, una obra de teatro olvidada... Llevarán a los cuatro jóvenes a descubrir lo que puede ser el secreto más fascinante en la historia. La primera mitad del libro de manera pausada y muy agradable nos permite conocer a los cuatro personajes a fondo, de la misma manera que se conocen entre ellos. La segunda mitad es explosiva, de repente, al igual que ellos, nos vemos envueltos en eventos inesperados, peligrosos, excitantes.

Literalmente no tengo nada que criticar, me encantó ese ritmo de conocer la historia. En cierto modo me recordaba a Stephen King y su manera de construir lentamente la tensión antes de soltarnos una bomba. Y las descripciones de Venecia, la constante presencia e importancia del arte y de la creatividad son un plus añadido, algo que me hizo querer visitar esta ciudad ya mismo, recorrer las mismas calles, saborear un helado con guindas.

Si queréis saber más antes de sumergiros en este libro, os recomiendo el Question and Answer con la autora disponible en las historias destacadas de la editorial en Instagram.