Ahí les dejo esos fierros

“Ahí les dejo esos fierros” de Alfredo Molano es la compilación de 6 historias de personajes que han hecho parte del conflicto en Colombia, los testimonios van desde la campesina que ingresó a la guerrilla por curiosidad y terminó enrolada en los paramilitares luego de que la guerrilla matara a su papá cuando él la había ayudado a escapar; pasando por una enfermera que empezó sirviendo como ayudante de un médico para atender los heridos de un bloque paramilitar ubicado cerca de Manizales y luego acabó dirigiendo el hospital de campaña de las autodefensas en el país; hasta el joven de clase media-alta que empezó a sentir simpatía por la teología de la liberación y a generar afinidades con el ELN, el M-19 y los movimientos revolucionarios del país.

El libro comienza con la historia de Tatiana, una mujer que había huido hacia Dabeiba cuando era niña, y allí en la casa de un tío, empezó a interesarse por pertenecer a la guerrilla luego de verlos pasar por su finca y de que su hermana se metiera a la guerrilla. Luego de un tiempo en la guerrilla y de vivir situaciones que la llevaron al límite, Tatiana decide abandonar la guerrilla con ayuda de su papá, quien logra ayudarla a huir hacia Bogotá, pero que luego sería asesinado por estos al enterarse de su complicidad en la huida de Tatiana. Luego, Tatiana va a un batallón del ejército donde hace amistad con un militar que la conecta después con un grupo paramilitar a donde entra a hacer parte de la estructura, ahora del bando contrario. Tras un período en las autodefensas, estas pactan la entrega de sus fusiles y su posterior desmovilización, en donde Tatiana conoce a una mujer de la cual se enamora y con la que monta un burdel en San José del Guaviare.

Luego se presenta la historia de “Desconfianza” un guerrillero de la primera camada, quien tuvo mucha participación en la conformación de lo que fueron las FARC. Cuenta historias de los tiempos de las autodefensas campesinas, de la época de la Violencia, la disputa entre pájaros, chulavitas y guerrilleros “comunistas”, de la época de Marquetalia, cuando el departamento del Tolima se convirtió en uno de los primeros fortines de las FARC y de la vida de un guerrillero en los inicios de la organización. Igualmente se presenta el testimonio de su esposa, “Otilia”, quien narra cómo conoció a su esposo en la década de los 50, cuando las autodefensas campesinas eran los únicos protectores de aquellos municipios liberales apartados, que no tenían otra forma de defenderse que utilizando las armas. Relata su vida junto a “Desconfianza” y cómo la violencia le ha arrebatado dos hijos y un nieto.

El tercer testimonio es uno de los más extensos del libro, pero está cargado de aventuras y pequeñas revoluciones. “Adelfa” una monja que luego se volvió normalista, empezó su camino revolucionario en una escuela de Bogotá; allí empezó a liderar acciones populares y paros, con el fin de generar mejoras salariales e igualdad en el trato que se daba a hombres y a mujeres. Luego, en la universidad empezó a conocer personas con ideologías que la fueron atrayendo, terminando así inmersa en las milicias del M-19, donde realizó diversas labores, entre ellas un atentado a la embajada de El Salvador en Colombia; donde fue aprehendida por el ejército y llevada a un hospital, el cual abandonó luego de un largo proceso de recuperación para ir a la brigada en la cual fue interrogada en múltiples ocasiones, pero tuvo que volver al hospital por una complicación en su posoperatorio, terminando finalmente en la cárcel y siendo aplaudida al salir del hospital. Luego de salir de la cárcel, se volvió a incorporar al M-19, pero al haber sido descubierta, sus labores debían ser menos importantes y peligrosas. Finalmente, con la desmovilización del M-19 y el asesinato de Carlos Pizarro, “Adelfa” volvió a la vida civil y encontró un trabajo en un almacén de grandes superficies.

El libro contiene además, otros dos testimonios, que no abordaré acá para generar interés en los lectores. Algo que sí puedo decir acerca del libro es la manera amena y coloquial en la que se presentan los relatos. En cada uno de ellos se alcanza a sentir cercanía con la persona que cuenta sus historias, a experimentar por un momento lo que siente quien está narrando, a compartir sentimientos o generar al menos un punto de vista diferente al que se tiene desde la ciudad sobre lo que implica pertenecer a un grupo X o Y del conflicto colombiano.

Del libro se pueden sacar dos conclusiones: La primera es que la ausencia de Estado llevó a que campesinos tomaran el camino de la guerra como una manera de defenderse de los peligros con los que convivían en su cotidianidad, viendo la pertenencia a un grupo alzado en armas como un elemento que brindaba seguridad y ayudaba a soportar las dinámicas sociales del campo. La segunda es que la falta de programas sociales efectivos y la desigualdad existente en las décadas de los 60 y 70, ayudaron a la proliferación de grupos afines al marxismo, leninismo y otras corrientes que desembocaron en la lucha armada, apoyada por estudiantes y trabajadores de clase media, que buscaban generar una revolución que diera como fruto una mejora en la calidad de vida de las personas de clase baja; revolución que fue emprendida por medio de las armas.

Otro aspecto que se puede considerar, es la concepción que tienen algunos de los personajes de la dejación de armas y el cómo andar en la vida civil sin armas, aumenta la inseguridad de aquellos que en algún momento se acostumbraron a andar armados. Este aspecto es rescatable debido a los hechos actuales que tienen lugar en Colombia, pues luego de la entrega de armas por parte de las FARC y un posible proceso de paz con la guerrilla del ELN, se deben plantear unos programas de reinserción y protección para aquellas personas que pertenecieron a alguno de estos grupos, con el fin de devolverles la confianza en las instituciones y en el Estado, a la vez de que se les garantiza una oportunidad para recomenzar su vida en la sociedad civil.

Por último, se puede decir que este libro, al igual que los otros escritos por Molano, es una radiografía del conflicto colombiano, en la que se puede ver cómo desde los inicios de la guerrilla, han perdurado esos problemas estructurales que tanto se busca resolver, pero que no han podido encontrar una solución de fondo que permita que el país empiece a pensar en nuevos retos para su población y sus ciudades, pues todavía se vive un ambiente de tensión por la posesión de las tierras y la inclusión de la población campesina en las dinámicas sociales y de desarrollo del país.
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