Me encantó el viaje al pasado, nada menos que a la espectacular Bagdad del siglo IX, centro del conocimiento cuando en Europa estábamos en la más profunda oscuridad. La novela es muy entretenida, con todos los tintes de la mejor literatura de intriga, un asesinato, el secuestro de un niño, una conjura contra el califa, muchos personajes interesantes como Theobald un monje cristiano que viaja desde Occidente para ingresar como traductor en La Casa de la Sabiduría y acaba convertido en detective para salvar a su amigo Sabiq Al-Mursi a petición de su hija Fadhila, quienes le ayudaron y protegieron a su llegada a Bagdad. Otro buen descubrimiento que por supuesto recomiendo.
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