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Detrás de mi nombre es la segunda novela de la autora colombiana Alexandra Castrillón. En esta la autora, a través de su protagonista, Andrea, toca temas actuales de suma importancia como lo son las enfermedades mentales y sus consecuencias🩹⚙️. Andrea es una colombiana que a la edad de los cinco años viaja junto con su padre a Ciudad de México para iniciar una nueva vida. Muchos años después, en un día trágico, Javier, el papá de Andrea, muere, lo que provoca que el mundo de Andrea se derrumbe. Su papá lo era todo. No sólo porque era su figura paterna y la única familia que tenía, sino porque él era todos sus recuerdos. Javier era algo así como un pegamento que enlazaba el pasado y el presente de ella, pues Andrea no recuerda nada de su pasado en Medellín, salvo las historias que su papá alguna vez le contó. Andrea, en su afán y desespero por encontrar un pedazo de ella, por ser parte de algo importante, se casa con un hombre que no es para nada conveniente para ella. La situación dentro de este matrimonio se convierte en una total pesadilla, y Andrea, quien de por sí tiene un historial de ansiedad y depresión gracias a la carencia de vínculos, a los vacíos emocionales, y a su identidad difusa, se convierte en adicta a calmantes, alcohólica, y con pensamientos y comportamientos suicidas. A raíz de esta situación y de su paso por el psicólogo, ella comprenderá que el único medio para lograr alcanzar una sanidad total será llenando todos aquellos vacíos que tenía, por ello viaja a Colombia en busca de respuestas. Lo que encontrará en Medellín, no obstante, serán verdades demasiado dolorosas, y misterios que volverán a arrastrarla a una crisis mental. Este libro es la historia de un proceso de sanación, está lleno de caídas y recaídas, pero también de fuerza de voluntad para volver a levantarse y continuar. Es un libro que a mi punto de vista es inspirador y esperanzador, porque sí, puede que te llegué a desesperar el hecho de que Andrea actúe a la ligera, de que tome malas decisiones, e incluso, de que repita otra vez los ciclos que supuestamente ya había superado, pero al final, te darás cuenta que todo es un proceso, y que el crecimiento y la sanación viene lento y desde muy adentro. Andrea y las personas que la quieren, son personajes inspiradores, que tal vez, quien lo necesite, encontrará a partir de ellos la fuerza para levantarse y seguir luchando. Ya para finalizar, quiero decirles que es un libro que se lee supremamente rápido. La autora tiene una pluma súper ligera, te atrapa y te lleva hasta el final. Difícilmente en el camino te aburrirás. |
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