Impecable labor la que realiza la periodista bielorrusa Alexiévich recopilando testimonios de la tragedia que suposo el accidente nuclear de Chernóbil el año 1986. Durante años, la autora estuvo entrevistando a más de quinientas personas para ofrecer un punto de vista más personal y humano de la tragedia. Así, en «Voces de Chernóbil», la autora se convierte en altavoz de personas a las que la muerte y la enfermedad acechan día tras día; de otras que fueron desterradas de su hogar o no quisieron dejarlo; o de las que arriesgaron su vida por salvar a su pueblo sin tener información ni equipos de protección adecuados. El telón de fondo de todas las historias es el mismo: el silencio de las autoridades mientras la población, sin saberlo, recibía dosis altísimas de radiación que les dejarían secuelas físicas y psicológicas de por vida. Estas secuelas son las que conocemos a través de estos testimonios desgarradores, que he leído con el corazón encogido, pero con admiración por la lucidez y fortaleza que desprenden todos ellos, incluso los de los más pequeños. Una lectura que ha sido un aprendizaje. |