Tengo hijas e hijos. Todos están en la ciudad ¡Pero yo no me voy de aquí! Dios no me ha librado de daños, pero me ha dado años. Yo sé qué carga es una persona vieja; los hijos te aguantan, te aguantan y, al final, acaban por herirte. Los hijos te dan alegrías mientras son chicos.
|