Últimos testigos

Visita a #Bielorrusia de la mano de una gran premio Nobel. Cuando supe que nos acompañaría Svetlana Alexiévich, me entusiasmé, pues "Voces de Chernóbil" me ha gustado muchísimo. Así que al final, ¿cómo ha ido este viaje?

Ha sido muy duro. Es una de estas lecturas que deseas que todo el mundo lea y a la vez no te atreves a hacerle pasar un mal rato a tus amistades. Y menos con la situación que vemos, impotentes, desarrollarse en Ucrania. Y de nuevo ataca Rusia.

Porque este #ensayo habla de la Segunda Guerra Mundial de una manera muy íntima. Son testimonios recogidos entre 1978 y 2004 entre víctimas de esa hecatombe. Víctimas que por aquel entonces eran niños, bebés, inocentes. Pequeñas personas que vieron truncada su infancia cuando los aviones rusos empezaron a bombardear Bielorrusia. Cuando los soldados enemigos se metieron en sus casas y mataron a sus padres, vecinos, amigos. Cuando llegaron trenes para encerrarlos en ellos hasta campos de concentración. Cuando tuvieron que huir o esconderse para sobrevivir, para escapar del hambre, para proteger a sus seres queridos. Cuando de repente se vieron separados de las personas que eran su vida y acabaron en orfanatos.

Es una lectura que no dejará indiferente. Cerrar la última página no hará que olvidéis esas voces infantiles en cuerpos adultos. Y ya solo podréis pensar en una cosa...

...¿qué necesidad hay de repetir esta historia?