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Ha sido una lectura agradable y entretenida. Es un libro práctico, lleno de consejos a partir de las experiencias vividas de su protagonista. Está narrado en primera persona y es muy fácil de leer. La lectura se hace ligera y súper sencilla, aunque hubo pequeños detalles que sentí, sobraron, supongo que la autora los plasmó por algo. Dolly cuenta su vida desde su adolescencia, su interés y afán por llenar un vacío y hacerse adulta, habla de sus amistades, su paso por el instituto, etc... Luego narra cuando ya más grande asiste a la universidad y vive sus maravillosos veinte como si no hubiera futuro, vive la vida un tanto desenfrenada y alocada, refugiándose a veces en el alcohol y relaciones sin sentido. Llega un momento en el que comienza a darse cuenta que ha crecido y que el tiempo no regresa jamás, sigue sintiendo un vacío que nada llena y decide ir a terapia, la cual al principio encuentra un poco dura, pero que la ayuda demasiado a reflexionar sobre todos los aspectos de su vida y a replantearse la forma de vivir. A partir de entonces, empieza a darse cuenta de todo lo que ha sabido sobre el amor, pero el amor propio el que te llena de sensatez en la vida y a conocer la diferencia entre todo lo vivido y cómo lo hizo, a lo que vendrá de ahora en adelante y cómo lo hará, sabiendo ahora todo lo que sabe y habiendo crecido más espiritualmente. Realmente disfruté mucho la lectura, sobretodo llegando al final. Encontré desde una chica inquieta llena de decisiones un poco alocadas hasta una mujer sensata, madura y lista para enfrentar y devorarse al mundo. Recomendado. |
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