La crisis de los 38

- Bueno, estuve pensando en el laburo y también en nosotros, Sandra. Nos separamos hace años, pero nos vemos casi todos los fines de semana para garchar - había dudado entre "garchar" y "coger" y el primero le pareció menos fuerte -. Y mal no pasamos.
- Tenés razón. Y quiero que sepas que también estuve pensando en nosotros.
- Decís de darnos una nueva...?
- No podemos vernos mas - interrumpió.
- Lo qué ?
- Vos no sos el único que cambio, Santi. Yo encontré a Dios.
- Me estás jodiendo. Si sos la persona màs cínica que conozco.
- Era. Hasta que la Iglesia católica apostólica romana se acerco a mi con sus avanzadas técnicas de marketing y abrió mi corazón.

La llegada de Justin I (no es necesario aclarar el origen del nombre) motivó una seria de cambios en el catolicismo, que seguia arrastrando el estigma de la Santa Inquisición, el colonialismo religioso, el creacionismo, las cruzadas, la malversación de fondos, los abusos sexuales a menores y el papa Benedicto XVI. Contar con un milagrero que hacía flotar flores sobre la plaza de San Pedro había hecho olvidar la mayoría de los mencionados delitos.