El canto de las ruinas

Hace tiempo que en Roma se vio el último prodigio; ahora, la magia está prohibida en Europa. Sin embargo, hay gente dispuesta a todo para hacer que regrese…
En la Italia del siglo XVIII nos encontramos a Brandon Charlemont en busca de fortuna y a Ida O'Leary, que sólo quiere vivir tranquila.

Las historias de Nocturna te podrán llamar más o menos la atención, pero la calidad de sus ediciones es innegable. El canto de las ruinas tiene una portada preciosa y el interior, desde las guardas hasta las ilustraciones, no se queda atrás.
Además, aunque parezca una chorrada, es la editorial que mejor calidad del papel tiene.

La trama es lenta, no arranca hasta las casi 200 páginas, pero no hace que el libro sea peor. Los autores te introducen lentamente en el pasado de los personajes y la actualidad: las calles de Roma, la inquisición y el peligro que corren los prodigios.
El argumento tiene cositas muy turbias, algo que sabéis que me encanta y que me ha hecho disfrutar de este libro como una enana.
La forma en la que Costa Alcalá te introducen en la ambientación y la historia de los personajes me ha flipado.

La ambientación es genial. En la Roma del siglo XVIII nos encontramos intrigas políticas, personajes de toda clase y magia, una combinación que me ha encantado.

El canto de las ruinas es un combo perfecto entre una ambientación maravillosa, un mundo de fantasía muy original, una trama turbia y original y un estilo perfecto.
Venía retrasando su lectura y ahora me pregunto por qué, ya que es una novela genial, perfecta para empezar el 2022 con buen sabor de boca.

Sinopsis: La magia existe. Aunque nadie la llama así: la llaman prodigios. Desde que la Inquisición los prohibió en Europa, pasaron a convertirse en meras leyendas. Pero unos pocos harán lo posible para que los prodigios regresen... A comienzos del siglo XVIII, el noble Brandon Charlemont llega a Roma buscando la fama y toda la fortuna que pueda amasar, mientras que Ida O'Leary sólo anhela una vida tranquila y, si no es mucho pedir, encontrar a su prometido. Sin embargo, algo terrible acecha bajo la ciudad eterna, algo que puede cambiar sus planes y también todo lo que conocen.

Opinión: Aunque es una historia autoconclusiva está ambientada en el mismo mundo que “La Música de los Prodigios”, recomiendo leerlas en orden por conocer todos los detalles pero aun así en este libro queda todo muy bien relacionado que no tienes la sensación de estar perdiéndote algo.

Esta historia es sorprendente y adictiva, y sobre todo tiene unos protagonistas con mucha personalidad que te quedas con ganas de poder estar en esta Roma. Se puede decir que son varias historias que se van entrelazando de cara a la historia principal, lxs autorxs consiguen que tenga mucha más vida la trama y por tanto no puedas dejar de leer.

La trama tiene la mezcla perfecta entre la fantasía propia de los prodigios, con unos giros muy sorprendentes y la de las relaciones de todo tipo de los personajes. Cuando llegan los últimos capítulos te sientes en una montaña rusa por todos los contratiempos que se van encontrando tus personajes predilectos, incluso en alguna ocasión te quedas con la boca abierta.

No es necesario leer La música de los prodigios, ya que se pueden leer de forma totalmente independiente. Con todo, yo sí que lo recomiendo ya que se mencionan ciertas cosas que hacen referencia al libro anterior y sigue los pasos de Ida, que pasa de personaje secundario en el primer libro a protagonista en el segundo.

Creo que me han gustado más la historia (ambientada en Roma) y los personajes de esta segunda parte. Ida siempre me gustó y me encanta verla en acción como protagonista y el elenco que la acompaña en general me parece más interesante que los personajes de la anterior novela. También, como no podía ser de otra forma, la música tiene un papel muy importante ya que es la responsable de originar prodigios que pueden desencadenar desde hechos milagrosos hasta auténticas catástrofes. Y por supuesto las criaturas, aunque en este libro solo se centran concretamente en dos.

El único problema que le he visto es su ritmo extremadamente lento al principio, algo que ya pasaba con el anterior libro. Los capítulos se leen rápido porque son cortitos y la historia es interesante aunque al principio puedas perderte un poco. Pero, pese a eso, tienes la sensación constante de que no avanzas.

En conclusión me ha gustado más que la primera parte pero sigo viéndole problemas al ritmo narrativo