Martes con mi viejo profesor fue un libro que me mandaron leer en mi primer curso de instituto, allá por el año 2000. Fue una lectura que me gustó especialmente. Es una reflexión sobre la familia, los valores, el amor, el dinero... Vamos, todo lo que vivimos día a día y que pocas veces nos paramos a pensar en ello. Si bien es cierto que lo tratan de manera superficial, al leerlo al principio de la adolescencia, cuando empiezas a tomar conciencia de las cosas que te rodean, te hace pensarlo todo. |