El guardián del tiempo

Esta es una de esas novelas que te hacen pensar en cosas que ya sabías, pero que olvidas fácilmente. En concreto, te hace pensar sobre el tiempo. Recueddo otro libro dedicado a este tema, el tiempo, titulado “Los sueños de Einstein“, de Alan Lightman, y traducido por el genial escritor Andrés Barba. Y es que este es un tema no solo recurrente, sino importante, ya que no parece que los seres humanos nos conformemos nunca en cómo pasa el tiempo. A veces pensamos que pasa demasiado lento, otras demasiado rápido, a veces queremos que se pare, otras que vuelva atrás…

Y al final, entre el tema sugerente del que trata el libro, y que quería volver a leer algo del autor de “Martes con mi viejo profesor“, decidí darle una oportunidad. Era fácil, por estas razones, que me gustara, sabía que lo iba a disfrutar página a página, y desde luego no me ha defraudado.

En esta clase de libros sé con certeza que voy a sacar muchas reflexiones diferentes del mismo, y es por esto que suelo usar marcadores, ya que, aunque en el momento de la lectura piense en ello, sé a ciencia cierta que más adelante querré volver a ciertas frases, incluso meses después de haberlo leído.

Y es que la novela da para muchas más reflexiones de las que soy capaz de pensar en profundidad solo con su lectura. Deja un poso que tras haberlo leído, sigues pensando en el libro, y relacionándolo con tu propia vida, con tu propia experiencia. Porque los personajes tienen existencias muy reales, verosímiles, y es posible compararlas con las nuestras de una manera natural y simple.

En resumen, es un libro que recomendaría a todo el mundo, da igual la edad, el sexo o la raza. No importa por lo que estés pasando en ese momento, esta novela es perfecta para cualquiera en cualquier momento.