InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Lawerson


Lawerson
29 January 2019
Antes de embarcarme en esta historia ya había tenido la ocasión de leer a uno de sus autores, Adam Silvera. Tres libros que han llegado a España, los tres que he leído, cada uno de ellos dejándome una diferente sensación. En el caso de Becky, tengo muy pendiente sus demás obras, pero me apetecía muchísimo ver qué salía de esta mezcla y unión. Y es una historia más de Adam y Becky. O, al menos, de Adam. Narrado a dos voces entre Arthur y Ben, en primera persona, la historia de ¿Y si fuéramos nosotros? es muy simple, tal y como se espera de ella. No me confundáis, la lectura no decepciona porque te da justo lo que tenías pensado encontrar, la historia de dos chicos que empiezan a conocerse. Así que nos aventuramos dentro de un contemporáneo de romance que comienza con una primera división de las cuatro que tiene el libro, en la que acompañamos a Arthur en su nueva vida en Nueva York, y a Ben en un momento en el que pasa por una ruptura dolorosa e intenta seguir hacia adelante, unos momentos que, bueno, no están mal. Sin embargo, la cosa empieza a cambiar cuando ambos protagonistas chocan. Es a partir de ahí, con una lectura amena, lineal y que consigue mantener tu interés a pesar de no ofrecer grandes dosis de acción o tensión, cuando empieza lo más interesante, una sucesión de momentos casuales en los que va a haber un juego de búsqueda y encuentro entre los dos que va a agilizar mucho el libro. Es así como irá avanzando esta historia, entre nuevos acercamientos, entre la evolución de una relación de dos personas diferentes pero que, de alguna manera, intentan entenderse. Además, la historia de romance se mezcla con la historia personal de ambos para no dejarnos únicamente con una cosa, teniendo momentos de respiro en los que podremos ahondar mejor en Arthur y Ben, conocer sus aspiraciones, sueños y maneras de ser, sus miedos, su personalidad y su pasado, empezando Adam y Becky a tratar otros temas muy importantes como la superación, el avanzar y seguir nuestro camino en la vida, la amistad, el dar con nuevas oportunidades y, sobre todo, el aceptarse a uno mismo y perdonarse, curarse con aquellos que te quieren y van a estar contigo en todo momento. Mediante un carisma deslumbrante, el libro avanza sin problemas, dejándonos esas bonitas escenas de primeros roces de manos, primeras miradas, primeros besos, además de momentos más personales que van a ser un batiburrillo de sentimientos diferentes que van a pegar muy bien con el resto del libro. La aparición en todo este escenario de unos personajes secundarios le da, además, un toque más cómico, más divertido, consiguiendo que la historia no se centre únicamente en Arthur y Ben, algo que puede abrumar un poco, sino también en aquellos que hay a su alrededor, siendo ahí cuando se desarrolla todo lo que os acabo de comentar.

Ha sido precisamente ésto lo que más me ha gustado del libro, que los personajes secundarios hayan tenido su peso importante en la historia, hayan sido el símbolo de la verdadera amistad. Muchas veces me he topado con libros similares que se han centrado exclusivamente en la pareja principal, olvidando a aquellos que, de algún modo forman parte del libro y ayudan a que todo se mueva en la dirección correcta. Me ha encantado ver que Adam y Becky han querido destacar no solo a Ben o a Arthur, sino a los personajes secundarios, sus amigos, que también tendrán su propia historia que contar. Me he reído de lo lindo con Dylan, qué personaje más entrañable. Su conexión con Ben es magia, pura, amistad verdadera. Me ha encantado sus salidas, sus frases, esa chispa con la que siempre va a decir algo que te sacará una sonrisa. de todos los personajes que podremos conocer en ¿Y si fuéramos nosotros? es, sin dudarlo, mi preferido. Su frescura, todo el apoyo que es para Ben, el cómo cambia cuando está con Samantha... simplemente me ha conquistado. Ver como las historias de Dylan, Samantha, Hudson, Henrietta o incluso los amigos de Arthur en Georgia, Jess y Ethan, los padres de ambos muchachos, se entrelazan con la principal ha sido una opción muy acertada ya que, por ello, han conseguido que, de alguna manera, influyan en muchas de las decisiones que se toman. Y otra cosa que no puedo olvidar, y que también he disfrutado, ha sido el comienzo del libro. Creo que jugar de esa manera con el lector ha sido la forma más inteligente de atraparte al libro desde el principio. Te encuentras en la tesitura de ir cambiando entre punto de vista, lo que da movimiento a la lectura, para toparte con un montón de acciones que parecen llegar al otro, pero en realidad no y estás ahí como, aaahhh, maldita sea, tenías que haberlo hecho antes porque ahora llegas tarde, y oooohh, ahora creo que sí va a pasar algo porque al fin ha coincidido cuando tal persona está en tal sitio y, no sé, cuando estaban juntos tenían momentos tan dulces y bonitos, esos pequeños detalles que son realmente lo importante, cómo se miraban, y reían y se fijaban en el color de los ojos, o en los hoyuelos o en cualquier otra cosa.

Sin embargo, sí que es verdad algo que leí mientras estaba leyendo el libro: Ben y Arthur están más enamorados de la idea del amor, del destino y de los planes de su universo que de ellos mismos. Es decir, se supone que esta es una historia de romance, pero no he sentido gran cosa, no he visto esa parte claramente. En ningún momento he visto una historia de amor propiamente dicha, y lo he visto más forzado y obligado que otra cosa. Como digo, hay detalles muy bonitos entre los dos, pero creo que se guían demasiado por eso de que, como hemos coincidido en esta situación, ya tenemos que estar juntos sí o sí aunque la realidad no sea esa. Y de ahí proviene, justamente, uno de los grandes problemas que he tenido con el libro: Arthur y Ben. No me estoy contradiciendo aunque lo parezca, ojo, pero llega un punto, a mitad del libro, donde se ver perfectamente que han forzado su situación. de repente hay mucho drama en la historia, hay un cambio brutal en la trama que se nota muchísimo y que me ha chirriado lo más grande. Arthur cambia de personalidad completamente de una página a otra, y es ahí donde se expone la verdad: no se conocen. No se tienen confianza. Son pareja pero no lo son, al menos, para mí. No concibo que se pueda llegar a tener algo como lo que pretenden tener Ben y Arthur habiendo tantos problemas por delante entre ambos, no creo en eso del amor a primera vista y ya somos felices para siempre, así que no vamos a tener ninguna piedra en este precioso camino que vamos a formar juntos. Cuando no haya conocimiento previo, cuando vas directamente a la atracción, cuando fuerzas algo que tiene que ir poco a poco, es lo que pasa. Y esos dramatismos, esas peleas tan absurdas, esas frases y palabras tan hirientes que se dicen, son producto de unos celos creados por el desconocimiento. Si hubiera sido una historia donde ambos personajes van poco a poco, cuecen su relación lentamente y no pasan directamente a la acción, esas situaciones no hubieran aparecido, es lo que me ha hecho aborrecer el libro en parte de su recta final.

En resumen, ¿Y si fuéramos nosotros? es una fusión buena entre Adam Silvera y Becky Albertalli, un libro más de romance LGTB que, siguiendo el estilo de ambos, no sobresale de otros que han escrito, pero sí consigue darte justo lo que buscas o necesitas. Con una relación que, quizás, es lo que más flojea, los personajes secundarios son una delicia, un fuerte pisotón para convertirse, junto a sus protagonistas, en lo más interesante, una historia que va más allá para profundizar y convertirse, además, en una historia de primeras veces, de amistad y de encontrar el camino tras el perdón.
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro