¿Y si fuéramos nosotros?

Arthur está en Nueva York durante los meses de verano para realizar prácticas de cara a la universidad, en concreto trabajando en el bufete de abogados de su madre. Un día de camino al trabajo, tiene que pasarse por la oficina de Correos para hacer una serie de trámites y será allí donde conozca a Ben, un chico muy mono que está en la cola con una caja enorme. A Arthur le llama mucho la atención así que empiezan a conversar; sin embargo, de repente se forma un flashmoob inesperado y eso hace que se separen, sin haberse preguntado el nombre ni el teléfono para volver a contactar. Pese a que sabe que su estancia en Nueva York es temporal, Arthur decide intentar buscar a Ben por internet para conocerle mejor. Lo que no sabe es que Ben también ha pensado lo mismo. Ben, por su parte, está en proceso de superar una ruptura con su exnovio Hudson. de hecho, la caja que lleva a Correos contiene las cosas que este le regaló cuando estaban juntos y estaba allí precisamente para devolvérselas. Cuando conoce a Arthur, no tiene intención de iniciar nada romántico tan pronto. Pero no puede evitar sentir mucha curiosidad por él y sentir que, de alguna forma, ese encuentro ha sido una señal para ambos. ¿Lograran encontrarse en una ciudad tan grande como Nueva York? Y si lo hacen, ¿qué les deparará su reencuentro?

Arthur se ha mudado con su familia a Nueva York temporalmente porque su madre tiene que trabajar un tiempo en el bufete de abogados que tiene allí, por lo que él aprovecha para realizar prácticas antes de entrar a la universidad. Por motivos de trabajo irá a parar a la oficina de Correos donde conocerá a Ben, en quien se fijará. La atracción entre ambos será inmediata y, cuando se tengan que separar sin haber sido lo suficiente audaces para pedir el contacto del otro, Arthur enseguida se pondrá manos a la obra para tratar de encontrarle, aun sabiendo que su amistad (o lo que surja) será temporal. Arthur nunca ha tenido ninguna relación y por eso es el que se siente más inseguro de los dos, pese a que eso no le hace rendirse en intentar conocer a Ben, ya que considera que su encontronazo ha sido fruto del destino. Por su parte, Ben está tratando de superar su ruptura con Hudson. Este fue su mejor amigo, hasta que ambos comenzaron a salir. Sin embargo, su relación no fue tan buena como esperaban y las circunstancias y su incapacidad para congeniar al 100% les llevó a finalizar su romance.

El libro está dividido en tres partes. La primera comienza con la presentación de los personajes, su encuentro fortuito y sus dilemas mentales acerca de si deberían hacer el esfuerzo de buscar al otro o no. En la segunda por fin se encuentran y empiezan a conocerse, al principio como amigos, tanteándose el uno al otro. Y en la tercera parte ya se nos presentan como pareja, con sus momentos bonitos, sus dilemas y su visión de futuro. Ambos personajes son completamente opuestos el uno del otro. Por un lado, Arthur es un inexperto en cuanto al amor se refiere y eso hace que se sienta abrumado e inseguro por la situación, aunque fue él precisamente quien hizo lo posible por fomentar su reencuentro. Su inseguridad será mayor debido a que Ben sí que ha tenido una pareja previa, y además bastante reciente, por lo que en cierto modo Arthur siente que tiene que competir con la sombra de Hudson. al contrario de lo que pueda parecer, esta historia no nos habla de un instalove y eso es algo que me gusta. Sí, es cierto que tienen un flechazo al conocerse en Correos; sin embargo, su relación se desarrolla a fuego lento porque una cosa es pensar "qué chico tan guapo y encantador" y otra enamorarse del otro a primera vista. Es por esto que, aunque se sienten atraídos el uno por el otro desde el principio, esta novela nos narra cómo se van conociendo poco a poco y cómo esta atracción inicial se va profundizando conforme más tiempo pasan juntos. Asimismo, su relación es muy realista y eso me ha encantado. Tenemos a Ben que, por más que le guste Arthur, tiene demasiado reciente su ruptura como para borrar su antigua historia de amor de un plumazo. Añadido a esto, Ben no es demasiado bueno en los estudios y eso le ha llevado a tener que asistir a la escuela de verano; el problema es que como compañero de clase tiene a Hudson, su ex, lo que hará que las cosas sean aún más difíciles. Mientras que Ben lidia con el hecho de que le gusta Arthur, pero no sabe si está preparado para embarcarse en una nueva relación, como ya he comentado Arthur lleva sobre sus hombros el hándicap de no tener ninguna experiencia amorosa en su haber, más el hecho de que Ben no parece haber superado del todo a su ex. Esto hace que cuando ambos inicien tímidamente su noviazgo no todo vaya como la seda y tengan algunos problemas y encontronazos, lo que hace que, para mí, su relación sea aún más real.

En este punto quiero comentar que hay un momento en la novela donde se arma un drama innecesario y excesivo debido a la falta de comunicación de ambos protagonistas y que Arthur exagera un tanto las cosas y hace un castillo de un grano de arena, algo que se critica en muchas reseñas. No obstante, aunque a mí también me parece un tanto exagerado, lo cierto es que no deja de parecerme realista porque al fin y al cabo son adolescentes e inexpertos, por lo que es lógico que en ocasiones no sean capaces de controlar sus emociones y se dejen llevar por su sentimientos en vez de pensar de una manera más racional.

La prosa de los autores ha sido maravillosa, algo que ya esperaba porque los había leído con anterioridad. Es simple, pero a la vez muy bonita y emotiva, perfecta para trasladarle al lector los sentimientos de Arthur y Ben, sus miedos, sus inseguridades y su felicidad: en definitiva, todas las emociones que despierta en alguien el primer amor. Creo que su relación está muy bien narrada y puedes comprender y empatizar a la perfección con los protagonistas, e incluso en algunos puntos llegué a sentirme identificada con ellos porque los autores plasman muy bien y de una forma muy fiel lo que es una relación de amor entre dos adolescentes. También se trata el tema del futuro y lo complicado que es a veces compaginar un noviazgo con los planes a largo plazo, sobre todo en el caso de Arthur y Ben que ni siquiera viven en el mismo sitio y, además, sus expectativas con respecto a sus estudios (uno va a ir a la universidad y el otro aún no sabe qué hacer con su vida) son tan diferentes. Es por esto que el final de la novela es tan agridulce. Aunque no sea un final feliz, es un final perfecto porque es justo el que pide esta historia. Además, si tenemos en cuenta que habrá una segunda parte, eso hace que el desenlace duela un poquito menos porque sabemos que aun existe otra oportunidad para ellos.

¿Y si fuéramos nosotros? es una bonita y tierna historia de amor entre dos adolescentes que se encuentran por casualidad y que deciden que si el destino ha querido mandarles una señal, ellos no son quiénes para ignorarlo. Si os gustan las novelas de romance contemporáneo, esta es una opción estupenda.
Enlace: https://notodoesfantasia.blo..