Con amor, Creekwood

Yo, Simon, homo sapiens es de mis libros favoritos de la vida y la razón por la cual leeré cualquier cosa que publique su autora, así que cuando supe que saldría un libro con puros correos entre Blue y Simon inmediatamente se fue al top de mis libros más anticipados de la vida. Tardó años en llegar, pero por fin está su traducción al español.

ADVERTENCIA, ESTA RESEÑA CONTENDRÁ SPOILERS DE LOS LIBROS ANTERIORES

Simon y Bram están en la universidad y deben afrontar el reto de una relación a distancia y para mantener vivo el romance deciden que su forma de comunicación será a través de correos electrónicos, tal y como inició su relación. Pero en esta ocasión no deben esconderse y pueden hablar de sus problemas con sus amigos, así que basta de guardarse todo y comenzar a ser honestos. Enfrentar el primer año de universidad es duro y una relación a distancia es un reto aún mayor que deberán enfrentar, pero superar los problemas es más sencillo si se hace en compañía de tus mejores amigos... aunque sea a la distancia.

Creo que hacer una sinopsis de este libro es de las cosas más inservibles que jamás nadie podría hacer en su vida, pues al ser un mini libro spin off que da cierra a dos historias anteriores no necesita mayor presentación porque obviamente estamos aquí por amor a estos personajes y sin importar qué los leeremos. Realmente no hay mucha trama, solo seguimos a nuestras parejas protagonistas de la saga: Simon-Blue y Leah-Abby en la travesía de su primer año universitario en lugares separados.
Siendo subjetivo es un libro de mil estrellas porque está lleno de momentos preciosos, con fan service, mucho romance empalagoso, una que otra problemática de pareja realista, se refuerzan los lazos amistosos entre los protagonistas y se usa el mejor recurso para la resolución de problemas: el diálogo, así que no hay nada en la historia que se sienta forzado, soso o sea desesperante. Mentiría si no dijera que me conmovió muchísimo reencontrarme con Simon y Blue y en más de una ocasión quise soltar lagrimitas por lo abrumado de sentimientos nostálgicos que estaba.

Siendo objetivo, es un libro que se siente cómodo, en ocasiones peca de simple al ser completamente correos electrónicos que solo mencionan en tiempo pasado las cosas que hacen y dejar fuera muchísimos momentos importantes de interacción real que podrían dar para capítulos enteros de escenas icónicas. En ese sentido me quedó a deber porque soy muy fan de los personajes y moría por ver todo lo que hacían, pensaban y sentían sin filtros. Mientras más páginas tuviera de ellos, mejor para mí y mi corazón y 130 no son suficientes para los años que pasé sin verlos (casi cuatro, toda una vida).

Al estar narrado por medio de correos electrónicos tenemos los puntos de vista de los cuatro romances involucrados en los libros, pero siempre con un enlace central: Simon. Reencontrarme con Simon y sus correos electrónicos fue una de las mejores cosas, extrañaba la profundidad, la comedia, el coqueteo, lo empalagoso y tonto que puede ser. al volver a leer a Blue (perdón, pero llamarlo Bram nunca fue una opción) reafirmé que el primer crush nunca se olvida y dejó claro por qué casi nadie ha podido ocupar su puesto. Quedé sorprendido al leer a Leah, en esta ocasión la disfruté muchísimo y noté una gran evolución en su personaje, pero es claro que todo fue gracias a Abby. A estos cuatro los quiero demasiado y saber que esta es la última historia en la que estarán me destroza (estoy al borde de las lágrimas mientras escribo esto, 100% real no fake).
Hay referencias a otros autores juveniles amigos de Becky y amé *inserte meme de entendí esa referencia*, entre ellos está Mackenzi Lee con La guía del caballero para el vicio y la virtud, además de tomar un poco del universo de Angie Thomas y presentar a Starr como prima de Bram (perdón, pero no puedo amarlo más). Risas, suspiros y gritos de fan no faltarán.

En resumen, Con amor, Creekwood, es un libro para los fans de esta historia que, aunque no aporta mucho a la trama, satisface nuestra necesidad de reencontrarnos con nuestros personajes favoritos y tener más del romance entre Blue y Simon que tanto necesitamos. Se supone que es un cierre a esta saga, pero no se siente como uno y eso quizás sea porque no estoy listo para decirles adiós a estos personajes que calientan tan bonito el corazón.
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Esta novela continúa donde terminó Yo, Simon, homosapiens y Leah a destiempo. Simon, Bram, Leah y Abby están en la universidad, lidiando con estar lejos de casa, tratando de aprovechar al máximo su experiencia universitaria, navegando por relaciones a larga distancia, el amor y toda la belleza y las inseguridades que eso conlleva.

Este libro se cuenta mediante correos electrónicos y, a decir verdad, esta composición no ha ayudado mucho a la historia. Podemos comenzar con el hecho de que, literalmente, no tenía sentido ni trama alguna. Solo consistía en correos electrónicos intercambiados entre Simon y Bram, Leah y Abby, y miembros de su grupo de amigos, en los que discutían y recordaban todo lo que les sucedió desde la última vez que los vimos y cuánto se extrañaban.

Hubiera sido mucho mejor si hubiéramos tenido que leer esos momentos en lugar de una versión diluida a través de intercambios de mensajes entre los personajes, lo cual hace que no se sienta tan profundo en sentimientos y se reflejen emociones diluidas y poco profundas, con una escritura muy coloquial de mensajes adolescentes. Además, me cansé muchísimo de que Simon y Bram se quejaran de lo mucho que se extrañaban en todo momento. Entiendo que eres joven y que estés enamorado y demás, pero el hecho de que no puedan vivir con normalidad el uno sin el otro y que fueran totalmente dependientes de su relación me daba la sensación de que todo lo bonito que habían creado en Yo, Simon, se había transformado en una relación tóxica y nada recomendable.

En lo que respecta a Leah y Abby... tampoco agregan gran contenido al libro. Y todo sin contar que son compañeras de cuarto y, aún estando una delante de la otra, se envían correos electrónicos para hablar de sus sentimientos. ¿Qué sentido tiene? Con Bram y Simon es comprensible, no están viviendo en la misma habitación. ¿Pero Lea y Abby?

Con amor, Creekwood es una novela breve del universo de Yo, Simon, que no aporta nada nuevo. Son 160 páginas en las que no pasa absolutamente nada y el formato de correo electrónico tampoco ayuda a que el lector se sumerja en la historia y entienda y sienta mejor las conversaciones y emociones de los personajes. Una novela corta de relleno que no me ha terminado de convencer.

En resumen, 'Con amor, Creekwood' es una novela breve del universo de Yo, Simon, que no aporta nada nuevo. Son 160 páginas en las que no pasa absolutamente nada y el formato de correo electrónico tampoco ayuda a que el lector se sumerja en la historia y entienda y sienta mejor las conversaciones y emociones de los personajes. Una novela corta de relleno que no me ha terminado de convencer.
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