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Manuel de Lope (Traductor)
ISBN : 8420669792
128 páginas
Editorial: Alianza (27/03/2012)

Calificación promedio : 4.16/5 (sobre 19 calificaciones)
Resumen:
La obra literaria, periodística y filosófica de Albert Camus (1913-1960) sirvió de orientación ética y de estímulo intelectual a la generación europea llegada a la madurez tras la Segunda Guerra Mundial y marcada por los horrores y sufrimientos de la contienda. Publicada en 1956, un año antes de que se le concediera el Premio Nobel, " La caída " fue –tras " El extranjero " y " La peste " –, la tercera y última novela de Camus, quie... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (3) Añadir una crítica
Guille63
 07 March 2023
“Una sola frase les bastará para el hombre moderno: fornicaba y leía periódicos.”

Termino la novela absolutamente abrumado por la cantidad de ideas, de símbolos, de imágenes, tan hermosamente expresadas, tan sugerentes, tan fascinantes. Siendo un libro tan breve, prácticamente lo he subrayado entero.

En primer lugar, la forma, una de mis grandes debilidades, un monólogo confesional de alguien profundamente enfermo vital y moralmente. Un ser contradictorio que, directamente mediante su parlamento e indirectamente a través de su propia condición, muestra el absurdo del mundo. Un ensayo novelado sobre cómo somos, sobre cómo vivir y sobre cómo no hacerlo.

“¿No nos hallamos siempre frente a las mismas preguntas, aunque sepamos de antemano las respuestas?”

Si con estas pocas líneas he logrado interesarles, lo ideal sería que dejaran aquí mi comentario, siempre subjetivo y posiblemente deficiente, y leyeran la novela. Creo que parte del placer de la obra de Camus es ir descubriendo las contradicciones del personaje, la complejidad de su problema, la trampa de su solución. Pero, si aun así desean continuar…


Jean-Baptiste Clamence, que una vez más se encuentra en un bar declamando su vida a un desconocido, empieza su perorata presentando un paisaje desolador de la condición humana.

“¿Sabe usted que en mi aldea, en el curso de una acción de represalia, un oficial alemán pidió cortésmente a una anciana mujer que tuviera a bien elegir de entre sus dos hijos al que habría de ser fusilado?”

Él tampoco se salva de este retrato. Tras describirse así mismo en el pasado como un ser humano admirable, un abogado preocupado por ayudar a los débiles, por perseguir las injusticias, alabado y respetado por todos…

“…lo importante era que yo estaba en el lado bueno y eso bastaba para lograr la paz de mi conciencia. El sentimiento del derecho, la satisfacción de tener razón, la alegría de poder estimarse uno mismo… Gozaba de mi propia naturaleza y todos sabemos que en eso estriba la felicidad…”

… confiesa que sus motivaciones son mucho más oscuras y que su conciencia, en forma de una risa fantasmal empezó a acosarle sin tregua. Un inesperado encuentro con una suicida en un puente del Sena — La caída— desencadenará todo un cataclismo emocional.

“Verdad es que me hallaba satisfecho de todo. Pero al mismo tiempo, satisfecho de nada. Cada alegría me hacía desear otra…Y así corría yo, siempre colmado, nunca saciado, sin saber dónde detenerme. Hasta un día, o mejor dicho, hasta una noche en que la música se interrumpió de pronto y las luces se apagaron. La fiesta en la que yo había sido feliz ...”

No solo empezó a lidiar con la culpa y la vergüenza íntima, también, y sobre todo, debía enfrentarse al juicio ajeno.

“…me sentía vulnerable y entregado a la acusación pública. A mis ojos, mis semejantes dejaban de constituir el auditorio respetuoso al que estaba acostumbrado. El círculo del que yo era centro se quebraba y ellos se colocaban todos en una sola línea como en el tribunal. A partir del momento que tuve conciencia de que en mí había algo que juzgar, comprendí que en ellos había una vocación irresistible de ejercer el juicio…el universo entero se puso a reír alrededor de mí.”

Jean-Baptiste, que no se llama así por casualidad, anunciará la buena nueva, la salvación del hombre, cuando en realidad solo señala los peligros de su actitud, su despropósito: un totalitarismo en el que descargar toda culpa. Jean-Baptiste es un hombre que reniega de la libertad por lo que implica de responsabilidad y, por tanto, de dolor.

“Al cabo de toda libertad hay una sentencia. Aquí tiene usted la razón de que la libertad sea una carga demasiado pesada… Lo esencial es que se nos mande cada acto, que el bien y el mal se nos designen de manera arbitraria y por lo tanto evidente… Para quién está solo, sin dios y sin amo, el peso de los días es terrible.”

Y, por si ello no bastara, se aferra a la opción cínica, esto es, extender la culpa a todo el mundo, diluirla en la multitud, procurando, además, que todos la reconozcan y así contrarrestar los juicios a los que él es sometido adquiriendo el derecho a juzgar a su vez.

“Cada hombre da testimonio del crimen de todos los otros; ésa es mi fe y mi esperanza.”

Una risa dio inicio a su tormento, otra risa, en este caso la de su interlocutor, lo continuará.
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WSinclair
 10 June 2020
Narración introspectiva, donde el relato autobiográfico de un abogado equivale a un salto de conciencia hacia el autodescubrimiento, una exploración de la culpabilidad humana desde su génesis hasta sus últimos efectos: "al final de toda libertad hay una sentencia; he ahí por qué la libertad es carga pesada".
La Humanidad no es representada por la inocencia, sino por la culpa y, a su vez, por el afán de juzgar; mas, en última instancia, solo quien se ha juzgado a sí mismo con dureza puede juzgar y, por tanto, dominar, al resto de seres humanos. "Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra"; mas para apedrear al prójimo no hay que estar libre de pecado, sino librarse del pecado. ¿Cómo? Profundizando en la propia culpabilidad, en el propio pecado, para nadar a la vez en el de todos los seres humanos y alzarse sobre ellos con ojos de legítimo juez...
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Oscarmontoya
 02 September 2020

Que absurda es la vida ,morir y vivir . también visiversa.

Que ganamos ? Con devorarnos el mundo a nuestro paso ,para luego dejarlo todo.....la oscura realidad lo envuelve todo y esta es la novela.
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Citas y frases (1) Añadir cita
OscarmontoyaOscarmontoya02 September 2020
La muerte es solitaria, mientras que la


Servidumbre es colectiva.
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Videos de Albert Camus (20) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Albert Camus
Cuando la medicina se empeña en alargar la vida de un individuo más allá de su consciencias o de su bienestar, ¿es lícito pedir la muerte? ¿Es moral? ¿Se puede hablar de homicidio o de suicido? "No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, y ese es el suicidio", escribió Albert Camus. A falta de solución, la ley legisla según las sociedades y la ética en boga.
Jorge Linares fue fundador y director del Programa Universitario de Bioética (2012-2017) y director de la FFyL de la UNAM (2017-2021)
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