Las aristas de la muerte

Si tuviera que definir en pocas palabras este libro lo describiría como un efecto mariposa. Hacer esta reseña sin hacer ningún spoiler resulta muy complicado porque son todos los detalles los que hacen que el lector no pueda dejar de leer y sufra con los personajes. Por eso, desvelaré sólo dos desencadenantes para que os podáis hacer una idea de la historia que guardan estas páginas.

Cada jueves Víctor y Mónica se observaban en una cafetería, ambos sin dar ningún paso hacia el otro pero incapaces de hacerlo. Llega un día en el que ella se empieza a ausentar, él, sin embargo, no deja de acudir a esa cita con esperanzas hasta que un día vuelve a aparecer. Esta vez se atreven a conocerse y poco a poco irán gustándose. Es un romance bastante rápido y, al no poder ver su evolución en profundidad, al principio me costó entenderlo, pero a medida que avanza es más sencillo empatizar con lo que sienten.

Aunque la trama principal se desencadena por una decisión Víctor, el padre de Mónica, cuando decide robar un millón y medio de euros a La organización. Las decisiones de este personaje serán ese primer aleteo que acaba involucrando de una forma u otra a los otros seis personajes. Nos veremos envueltos en una persecución llena de tensión y sobresaltos. Hilada de una forma precisa y con varios giros.

Nos adentraremos de lleno en la narración desde el principio, movidos por la intriga que generan los propios personajes con sus pensamientos y acciones. La pluma del autor es concisa y describe lo necesario, se basa mucho más en construir los pensamientos de estos, algo que me ha encantado. Realmente, destaco la forma de contarlo porque persecuciones de asesinos hemos podido leer más, pero no de esta forma. También, debo mencionar que un par de escenas son bastante desagradables.