El congreso de literatura

El Congreso de literatura es una novela corta del argentino César Aira, escrita en 1997.
Está narrada en primera persona, siendo el protagonista él mismo, César, un escritor que se gana la vida de traductor y que, además, es un científico loco.
En la primera parte, sale de su pobreza logrando descubrir el mecanismo del Hilo de Macuto, un ingenió pirata que esconde un tesoro.
En el segundo capítulo, trata de clonar a un prestigioso escritor hispanoamericano, con la finalidad de dominar el mundo.
La novela es hilarante, tiene momentos muy divertidos.
También en ella se nos muestran las contradicciones del protagonista, ya que comenta que cada persona tiene un bagaje de experiencias que le hacen único, pero luego quiere crear un montón de clones iguales en cuerpo y alma.
La novela, aunque es corta, está preñada de diferentes pensamientos, pasando de uno a otro, quizás a causa de lo que César llama su hiperactividad cerebral; por ejemplo, hay reflexiones sobre literatura, arte y amor.
La novela me ha agradado porque me ha interesado lo que cuenta. El estilo a veces se hacía denso, pero en general se puede leer sin demasiadas dificultades.
En resumen, me ha parecido una buena novela, y la recomiendo.

Esta novela corta se encuentra dividida en solo dos partes: "El hilo de Macuto" y "El congreso", en la primera parte el autor nos cuenta un poco la historia de nuestro protagonista Cesar, un peculiar escritor que sobrevive haciendo traducciones y que lleva una vida secreta de científico un tanto lunático; él ansia profundamente resolver un mítico mecanismo monumental dejado misteriosamente por piratas un par de siglos atrás para ocultar un supuesto tesoro de gran valor, ésto previsto durante su corta estancia en una ciudad costera de Venezuela, con la única intención de obtener los medios suficientes para poder llevar a cabo su inusual plan que ha estado gestándose durante mucho tiempo. Ya en favorables condiciones del científico, seremos conducidos al inicio de la segunda parte del libro, en la que se nos traslada hasta Mérida, la conocida ciudad en la cordillera de los Andes en el noroeste de Venezuela, para relatarnos detalladamente las intenciones disparatadas de César: clonar al distinguido escritor y diplomático mexicano Carlos Fuentes y así mismo, crear un poderoso ejército de seres intelectuales superiores para dominar al mundo.

La obra se encuentra escrita en primera persona y cuenta con un trabajo narrativo en verdad maravilloso por parte del escritor argentino que es capaz de atrapar al lector dentro de la trama desde los primeros párrafos con bastante facilidad, dado que encontraremos a lo largo de la historia una prosa simple pero minuciosa, con un peculiar toque cómico que hace que la lectura resulte mucho más atractiva y pueda ser digerida sin grandes complicaciones.

A mi parecer, es una novela que resulta apta para lectores de todas las edades que claro, sean amantes de las obras breves de ficción, cargadas de altos niveles de imaginación, algunos giros inesperados y sobre todo que quieran pasar un momento divertido a través de un argumento muy original que estoy seguro, no se arrepentirán de leer.
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La breve novela de Aira, escrita en primera persona, es un cúmulo de temas diversos e innovación muy bien escrito que mantiene intrigado al lector de principio a fin por la agilidad con la que está escrito y refleja muy bien el anhelo innovador y original del argentino.
El personaje principal, César, es un escritor que lleva una vida secreta como científico y busca una manera de controlar el mundo. Con bastantes cuestiones azarosas que se acomodan para posibilitarle el camino para realizar su gran plan: clonar al escritor mexicano Carlos Fuentes, por considerarlo un genio supremo, la novela es bastante entretenida y muy rápida de leer. César muestra dos facetas que descubren al científico loco y frío adentrado en su labor, y a un hombre cualquiera anclado al mundo por sus sentimientos, sus relaciones personales y su pasado. El experimento sale mal porque, en vez de conseguir una célula de Fuentes, César se hace de una célula del gusano de seda azul con el que se hizo la corbata que Fuentes utilizó el día de la recolección, así que lo que se clona en cantidades industriales es un gusano de seda.
Cabe mencionar que en 2003, en La Silla del Águila, el mismo Carlos Fuentes predice que César Aira será el primer argentino en ganar el Premio Nobel de Literatura en el año 2020, cosa que habrá que corroborar en poco tiempo. A nivel personal, me parece que Aira imprime en esas pocas páginas demasiadas cosas que quedan en el aire por la brevedad de la novela que parecen contradecir su afán de decir más con menos, de no dar vueltas ni dejar cabos sueltos, de preferir lo conciso. Sin embargo, su narrativa es muy buena, algunas ideas son geniales y muy imaginativas, y es un libro que exhibe muy bien la originalidad del autor; además de que me parece un buen punto de partida para observar los objetivos, el estilo y las formas de Aira que, sin duda, gustará a los contemporáneos amantes de la ficción bien escrita e intrigará a los que están abiertos a leer algo diferente.
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