El hombre simiente

3.5 estrellas. Una anécdota interesante sobre la complicidad de un grupo de mujeres que deciden compartir un hombre para saciar no sólo el deseo sexual sino también su deseo y necesidad de la maternidad. Me encantó la manera en que estaba redactado con ciertos toques poéticos-ish pero me hubiera gustado conocer un poco más de cómo funcionaba esta dinámica.

Pequeño relato que tiene la particularidad de ser una supuesta historia autobiográfica de una mujer de un pueblo francés de 1852, un lugar que se quedó sin hombres por la militarización de los mismos por parte de Luis Napoleón Bonaparte. de ser escrito al final de la I Guerra Mundial y de ser abierto con condiciones años después, en concreto en 1952 por una de sus descendientes.
Sobre la historia poco hay que contar, por el título podemos intuir lo que nos quiere contar y la contraportada de esta edición tampoco deja lugar a mucha elucubración. Lo interesante es el texto en sí... las reflexiones y sentimientos que tejen el relato.
Pero es tan corto, tan escaso el desarrollo que deja un poco en el aire todo lo que podría haber contado.

Se trata del relato de una mujer que contempla como por segunda vez la república les arrebata la simiente de vida.
Una novela autobiográfica que sin embargo, parece más un cuento que una historia real. Un grupo de mujeres que se conjuran para compartir lo que para ellas es el bien más preciado: un hombre que les traiga vida.
Preciado por inexistente. No quedaron hombres en el pueblo, arrebatados por la guerra y por la represión. Y sin hombres no hay vida. Ya no se trata de amor, sino de mera supervivencia.

Por eso, cuando un día ven a un hombre acercarse al pueblo, sienten que algo puede cambiar para todas ellas. Con lo que no contaba nuestra protagonista, es con que el amor también podía aparecer en su vida.


Es El hombre simiente una historia que, de puro breve, te deja con ganas de mucho más, de saber mucho más de esos personajes singulares que habitan en la novela, de saber más de ese grupo de mujeres cómplices en la necesidad, de poder profundizar más en esa pareja enamorada pero comprometida con un pacto que deben llevar a cabo.
Una novela, que podría ser el germen de algo mucho mayor.

Pero El hombre simiente es lo que es, un breve golpe, apenas una sacudida que nos conmueve y nos golpea apoyada en la fuerza de unas ilustraciones realizadas por Patricia Romero que acompañan al texto. Un texto que invita a ser repasado en breve, para revivir una breve historia de amor y libertad.

Hay veces que en la brevedad y en la sencillez se encuentra el verdadero placer de la lectura. El hombre simiente es un ejemplo de ello.
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