La promesa de la felicidad

¿Qué es la felicidad? ¿Qué nos hace felices? Hay una complejidad inmensa para abordar los modos en que se estructura el deseo humano, lo que ordena el sentido de nuestras vidas, la manera en que forjamos nuestros lazos sociales, cómo nos organizamos colectivamente. Sara Ahmed se pregunta no qué es la felicidad, sino qué hace a la felicidad. Se interesa por cómo la felicidad aparece asociada a determinadas elecciones de vida y no a otras. La concepción social de la felicidad refuerza de este modo ideales sociales. La ensayista desentrama cómo la felicidad se convierte en una imposición y un deber social y moral. le “interesa explorar de qué manera nos vemos direccionados por la promesa de la felicidad, entendiendo por ello la promesa de que si seguimos tal o cual camino habremos de ser felices. Dicha promesa es responsable de la proximidad de ciertos objetos, y afecta el modo en que el mundo se organiza a nuestro alrededor.” La palabra “objetos” hace referencia aquí no solo a cosas físicas o materiales, sino a lo que sea que imaginemos podría conducirnos hacia la felicidad, como por ejemplo valores, prácticas, estilos y aspiraciones. La cuestión es que nuestras expectativas son inculcadas y las implicancias de la promesa de la felicidad no son menores.

Este es un libro muy interesante para pensar y reflexionar los efectos que tiene la construcción social de la felicidad en nuestras vidas. Sara Ahmed investiga todo el recorrido que hizo la tradición filosófica reflexionando sobre la felicidad y trae sus grandes aportes para pensar la importancia de cómo la concebimos en la actualidad. Si bien coincido con la autora en gran parte, también tengo algunas opiniones encontradas. Pero siento que es un estupendo libro para comenzar a repensar la promesa de la felicidad en nuestras vidas, abrir el debate, y de este modo deconstruir los manuales de felicidad. Es un libro que abre a la posibilidad de ser de otra manera. Un mundo de posibilidades.
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En muchos pasajes del libro me vi reflejada y me sentí identificada. Creo que hoy, en el 2020, diez años después de que se escribió este ensayo, somos mucho más conscientes de la promesa de la felicidad como condicionante de nuestras elecciones. Mi concepto de la felicidad fue cambiando, transformándose y deconstruyéndose en los últimos años. En estos diez años siento que las formas de interpretar cambiaron abismalmente. Nuestra generación está haciendo ese gran cambio. Recuerdo haber hablado con mi hermana sobre esto y la desilusión que surge cuando nos damos cuenta de que nuestros aspiracionales no eran justamente donde íbamos a encontrar genuinamente la felicidad. Deconstruir las promesas de felicidad lleva un gran trabajo, pero es necesario. Quizá la infelicidad sea necesaria, como motor de cambio. Hay mucho que se esconde detrás de una promesa cultural. Se invisibiliza que a lo largo de la historia hubo inconformidades y luchas históricas que transformaron la sociedad. Hoy nos toca deconstruir esta promesa para abrir puertas a diversas formas de felicidad.