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Holly y Gerry son un matrimonio que se quiere como el primer día. Pero un día, Gerry enferma, y acaba muriendo. Esto deja a Holly perdida total y sin ganas de vivir. Pero Gerry, que la conoce mejor que nadie y sabe cómo estará, antes de morir, le deja escritas cartas que recibirá una vez al mes, en las que le dice como puede sobrellevar su muerte. Este libro creo que con el que más he llorado, no podía evitarlo. Aunque no pudiera hacerme a la idea de lo que era perder a un ser querido así, hacía mío el dolor de Holly. El gesto de Gerry, me pareció maravilloso y muy bonito. ¿A quién no le gustaría (en caso de verse en algo así) recibir mensualmente cartas de su amor? Hay muchísimos momentos a lo largo del libro que son dignos de mención, pero son tantos que si empiezo no acabo. El amor que hay entre Holly y Gerry es único. Por mucho que se peleasen y discutiesen, se amaban por encima de todo. La preocupación, incluso muerto, de Gerry hacia Holly me abrumaba, y las cartas eran geniales, algunas incluso me hacían reír. Sin que Holly se dé realmente cuenta, va superando la muerte de Gerry, gracias a esas cartas. Eso sí, jamás lo olvidará. Las cartas además, le darán ganas de vivir, de salir, de levantarse por las mañanas y poco a poco volver a ser la Holly de siempre. Tendrá bajones, sobre todo al ver que sus amigas construyen una familia y ella está sola, pero es fuerte. El final me gusta mucho, porque muestra cómo ha evolucionado Holly, y como lleva ahora la muerte de Gerry y también se ve que las cartas han logrado su cometido: que Holly viese que después de la muerte de Gerry, aún hay vida. La historia en si es preciosa, pero para nada pastelosa. Si es cierto que hay momentos un poco cursis, aunque también bonitos pero también hay un poco de humor, lo que realmente va bien después de tantas emociones. Los personajes son todos geniales. Holly, es una chica alegre que se pierde y descuida cuando muere su marido. Se pasa días y días en casa desde entonces, hasta que recibe la primera carta. Poco a poco volverá a querer vivir y se fortalecerá. Evolucionará tanto que será capaz de hacer cosas que no creía y de tomar decisiones que la sorprenden incluso a ella misma. Gerry es el marido perfecto. Atento, generoso y con un amor incondicional por Holly. Aún muerto, tendrá mucha importancia y será el que ayude a Holly a superarlo todo y volver a querer vivir. |
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