Cuando el marido de Holly muere, ésta se desmorona. Pero esta historia no se trata solamente de cómo este acontecimiento afecta a la vida de la protagonista, sino también del impacto que tiene sobre aquellos que están a su alrededor: familia y amigos. La vida de Holly cambia radicalmente al no tener el soporte de Gerry, su amor de toda la vida. Sin embargo, una mañana se encuentra con una sorpresa: él, antes de morir, le dejó una serie de cartas a través de las cuales le transmitía diferentes tipos de mensajes, firmando con un "Posdata: te quiero" al final. de esa manera, pretendía ayudarla a seguir adelante cuando ya no estuviera, dándole sugerencias y consejos que ella tendría que seguir. Eran doce cartas que le llegarían una vez al mes, por lo que todo aquello transcurriría a lo largo de un año.Holly se aferra a lo último que quedaba de Gerry y hace casos de sus mensajes, por más dolorosos que llegasen a ser: la obliga a aceptar y superar la pérdida; en otras palabras, a dejar atrás su etapa de depresión y seguir adelante en su vida. Pese a la temática de la novela, no es triste, o al menos no del todo. Hay situaciones de humor y personajes que hacen que sea dinámico y entretenido, así como también momentos que llevaban a las lágrimas. Algunos personajes secundarios que complementan fueron las mejores amigas de Holly (que representaban un claro ejemplo de que la vida sigue aunque ya no esté Gerry) y también integrantes de su propia familia; sus hermanos tienen un papel fundamental en parte de lo que le acontece durante el transcurso de la historia. Porque sin querer, mientras atraviesa el duelo por su marido, llega a profundizar su relación con ellos, que reaccionan de distintas maneras ante lo que está pasando y que también tienen sus propios problemas por resolver. Personalmente, disfruté mucho esta novela. Encontré fácil conectarme con toda la variedad de personajes, y hubo algunos en particular cuyo desarrollo me sorprendió, ya que al comienzo sus personalidades no me agradaban del todo y terminaron por hacerlo. El final fue lo que más me gustó, porque fue esperanzador. Cecelia Ahern es probablemente mi autora favorita dentro de este género. |