Obscura 2: Diez relatos

De por si me cuesta acercarme a los relatos, pero más aún si estos son de distintos autores, lo que no tiene ningún sentido porque no te lo juegas todo a una carta y gracias a esta antología me llevo apuntados varios nombres sobre los que investigar qué otras obras han publicado para poder repetir con ellos.
El libro consta de 10 relatos y, aunque es normal que no nos gusten todos por igual, el nivel es más que aceptable. Empezamos con uno de mis favoritos, La novia de Yolanda Camacho, donde unas antiguas amigas se reencuentran antes de la boda de una de ellas y que tuvo un giro que yo no me esperaba para nada y me encantó.
Emilio Bueso firma Tren de las siete en punto, el que seguramente me ha parecido el más curioso de todos los relatos porque no me esperaba para nada lo que estaba ocurriendo realmente.
Oneiro de Victor Sellés es otro de mis favoritos, seguramente el que ha conseguido ponerme los pelos de punta gracias a lo que ocurre en esa población.
Cobre de Lola Robles ha sido uno de los que no me ha conquistado aunque estoy convencida de que solo me he topado con el en un mal momento, porque el tema que trata es muy interesante y da para pensar.
Alicia Pérez Gil me tenía ganada desde el título con su Estás muerta y, efectivamente, su historia ha sido una de mis favoritas porque consiguió mantenerme en vilo a lo largo de toda la historia.
Guillem López ha sido otro de mis grandes favoritos en esta antología con su relato La cosecha, donde nos plantea una sociedad aterradora a la vez que fascinante.
Juan Miguel Aguilera y su Ventana a la oscuridad es otro de los relatos que creo que no he leído en un buen momento y que me gustaría releer, porque la premisa es interesante, pero tuvo algo que no consiguió engancharme.
Lápidas en las paredes de Ivan Mourin es otro que merece mucho la pena con su pequeña protagonista investigando la animadversión del pueblo contra la casa en la que ha entrado a vivir.
Con el que no tenía nada claro por donde me saldría la autora fue con Expiación de Núria C. Botey pues en todo momento tienes claro que tanto el protagonista (nuevo en el pueblo) como la gente del pueblo esconden algo y no sabes cuál de los dos males será peor.
Nuestra Señora de la Concepción del Gran Jaguar de Elia Barceló es el broche perfecto para la antología con este relato que va de menos a más.

En definitiva, una antología que me ha dejado con muy buen sabor de boca; de la que me llevo varios nombres apuntados para seguir leyéndolos; de la que tengo claro que esta Navidad va a caer el primer volumen y, por último, que Obscura va a ser una editorial que voy a tener muy en cuenta, no solo por el tipo de historias que publica si no por las ediciones tan cuidadas.