Es la primera obra de la escritora. Apenas llega a las 200 páginas. Muy sencilla. El título lo adopta del café literario que regenta la protagonista, Diane junto a su gran amigo Félix. Una historia con un buen comienzo que apuntaba maneras pero que poco a poco se va desinflando. Podría haber sido una gran historia, pero se llena de tópicos y se vuelve muy repetitiva. En mi opinión los personajes podrían haber sido más profundos y con mucho más desarrollo y más tratándose de la pérdida de un marido y su hija en un accidente de tráfico. No tiene suficiente fuerza y es muy predecible. Prometía, pero se ha quedado en un título bonito con exceso de clichés. Y aunque esté narrado en primera persona no me ha transmitido y n o he logrado empatizar con los personajes que me han parecido muy superficiales. Entretenida sin más y adecuada para compaginar con otras lecturas más densas. |