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La historia trata sobre Diana, que es dueña de un café literario. Vemos cómo lleva un año encerrada en casa a partir de un trágico suceso en su vida. Decidida a darse una nueva oportunidad, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Allí es cuando conoce a su vecino Edward, que despertará su ira y dolor, pero muy a su pesar, también la atracción. Es entonces cuando la acompañamos a lo largo de la historia mientras trata de lidiar con sus nuevos sentimientos, a la vez que se enfrenta a sus recuerdos. Es sin duda un aprendizaje sobre el duelo y la adversidad que siente una mujer cuando de repente pierde lo más importante que tiene, te hace reflexionar sobre ese fino hilo que separa la vida de la muerte. La novela está narrada en primera persona por la protagonista, que utiliza una descripción cronológica de los hechos y evoca todos sus recuerdos a través de la inclusión de los detalles. Es una lectura amena y que engancha fácilmente. Sé que hay segunda parte del libro y aún no he podido leerla, pero espero hacerlo muy pronto porque me gusta mucho la manera de escribir de Agnés-Martin.
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