Los chicos que cayeron en la trampa

El autor, fue también editor de cómics antes de empezar a escribir las novelas del departamento Q, donde se recogen casos e investigaciones que se cerraron sin resolver y con las que se hizo muy conocido, además de obtener diferentes e importantes premios.

Ya hice una reseña del primero de la serie y dejé también mi comentario, y ahora retomo mi crítica del segundo libro, que también leí hace tiempo, aunque me he puesto a ello porque ahora comenzaré a leer el tercero de la serie.

Me gustan los casos tratados, cómo se desarrollan y el inspector encargado de resolverlos, así como su excelente ayudante.

Los dejé en el segundo, pero ahora me han entrado de nuevo las ganas de leer otro , pues tengo unos cuantos, los he visto y me apetece leer alguno más. Creo que son nueve libros de los que se compone la serie.

Como ya he señalado, es el segundo caso del Departamento Q del que se encarga el inspector Carl Morck. Aquí retoma una investigación criminal, cerrada muy pronto, a pesar de que unos años más tarde, uno de los sospechosos se entrega confesando su crimen.

Sin embargo, los archivos del caso, aparecen veinte años después en el despacho del inspector y junto con su ayudante Assad, de origen sirio, inician su propia investigación, aunque hay mucha gente interesada en que no se remueva el pasado.

Aparece una cuadrilla de amigos, internos en un colegio, hijos de las mejores familias del país, que tenían aficiones un tanto salvajes.

Actualmente, excepto la chica, que es una sin techo y uno de ellos que murió en un absurdo accidente de caza, los demás encabezan las listas de los más poderosos del país. Un propietario de una cadena de clínicas de estética, un famoso diseñador de ropa y un mago de las finanzas.

En esta serie de novelas del Departamento Q, la historia siempre comienza muy fuerte y de la misma forma, un prólogo, que nos pone en situación, por lo que sabemos desde el primer momento quienes son los personajes buscados de los que tenemos ya bastante información, sin embargo, no puedes dejar de leer, pese a las pistas, mantiene toda la tensión narrativa y también consigue darnos sorpresas.

Es sorprendente la complejidad, implicaciones y las relaciones en la historia entre los personajes, muy bien tratados y con personalidades que verdaderamente nos estremecen.

Igual que en la primera novela de la serie, también aquí se alternan escenarios en etapas diferentes, algunos capítulos nos muestran el pasado, sabiendo de este modo, como eran las actuaciones de la cuadrilla en su adolescencia y otros, nos permiten seguir la investigación policial.
Así, vamos poco a poco, conociendo datos sueltos que van encajando en el puzzle.

Entretiene, engancha, una novela ambientada en Copenhague y alrededores, muy recomendable que nos invita a seguir leyendo los demás libros de la serie del Departamento Q. También se han llevado al cine.

Y creo que uno de los aspectos interesantes que nos inclinan a su lectura es la pareja que forman el inspector y su ayudante, totalmente diferentes e incluso opuestos en los métodos que usan en sus investigaciones , pero sus diálogos, su humor negro y siempre tan diferentes en carácter, son un complemento perfecto para la resolución de los casos y excelentes desenlaces.

Son libros que intrigan y te mantienen leyendo sin parar, no decae el ritmo y pese a las pistas del inicio consiguen mantener la tensión.

Y aún sabiendo desde el primer momento quienes son los culpables, disfrutamos de que estos chicos tan malísimos de verdad, vayan cayendo en la trampa, el título es muy explícito.

La disfruté mucho.

Esta historia es la segunda entrega de la serie del “Departamento Q”. Un departamento que se creo en la primera parte para resolver aquellos casos que se cerraron sin encontrar a quien culpar.
Nuestro protagonista Carl Morck, esta vez tendrá que buscar al culpable de que dos adolescentes aparecieran asesinados en una cabaña. Lo raro es que una persona ya se declaro culpable y cumple condena en la cárcel…
A partir de aquí empieza la historia, con 6 sospechosos, todos ellos estudiaban juntos en y convivían en una residencia de prestigio. Según vas avanzando en la historia, la trama se va complicando, apareciendo nuevos casos, todos alrededor de estos sospechosos..
Los personajes en esta historia refiriéndose al lado policial son los mismos, añadiendo eso si, una nueva integrante en el Departamento Q, Rose, y esta es genial, me ha encantado la manera que tiene de ser, y de enfrentarse a su jefe.
Lo que mas me cuesta de estos libros, son los nombres de personajes y de lugares, ya que es un thriller danés, y aunque para mi siguen siendo los mejores, se me hace difícil no perderme.
Estoy deseando coger la tercera parte y saber de que va la trama!
Muy recomendado si te gusta la novela negra y fuerte.

Comienzo esta reseña, recomendando esta novela al 100%. Es la segunda entrega de la serie “Departamento Q”. Este Departamento policial fue creado para resolver casos que se han cerrado sin encontrar a los culpables. El Jefe de este departamento es el Inspector Carl Morck, asistido por su inseparable Assad y un peculiar equipo de colaboradores.
En el escritorio del Inspector Morck, aparece el expediente de un caso cerrado veinte años atrás. Dos adolescentes fueron asesinados, y poco tiempo después, una persona se declaró culpable de tales crímenes.
Si el caso está aparentemente cerrado, se preguntan, porqué está el expediente en el escritorio y quién lo colocó ahí. Había en ese tiempo una lista de 6 sospechosos, 5 hombres y una chica, todas personas de mucha reputación y mucha fama en la sociedad danesa. Es una lucha contra reloj, pues éste no es un caso que pueda ser de competencia para el Departamento Q.
¿Quién o quienes son los culpables? Os animo a leerlo.

Sin ninguna duda este libro, es por mucho mejor que el primero y eso, es mucho decir, porque el primero “La mujer que arañaba las paredes”, es sin duda un muy buen libro.

Los personajes están bien definidos psicológicamente, la manera en que nos muestra la sociopatía y psicopatía de un grupo de muchachos que se unen para apoyarse unos a otros en actos delictivos, es bastante perturbador, se nos ilustra perfectamente el éxtasis de los culpables a la hora de hacer daño y al mismo tiempo a cara del publico ser hombres muy respetables, esto muestra una enorme capacidad de Adler-Olsen para interiorizarse en sus personajes creados, es duro sin llegar ser escabroso.

Una historia muy bien manejada en todos los sentidos, tiene la ligereza de la narración, pero al mismo tiempo la profundidad de la historia, negra, fuerte y dura, por lo que la hace a mi parecer una historia redonda.

El Departamento Q, creado para investigar casos no resueltos, se encuentra con uno que aparentemente es un caso resuelto, pero que de alguna manera aparece en el escritorio de Carl, le van dejando pistas de tal forma que se da cuenta de que en realidad no es un caso cerrado como aparenta y que detrás de unos asesinatos cometidos 20 años atrás se encuentran un grupo de personas influyentes y respetadas.

Una persecución a una vagabunda, varios “accidentes”, amenazas veladas y más encontraremos en esta nueva entrega de la serie Departamento Q.

Por cierto que seguimos con la incógnita de quién es en realidad Assad y el caso en el que Mørck pierde a sus dos compañeros al inicio de la serie sigue siendo relevante pero incierto, una buena manera de mantenernos a la expectativa de una manera bastante sutil.

También me gusta mucho la mancuerna de Mørck y Assad, entiendo que el autor no pretenda ser gracioso, pero no puedo dejar de sonreír con algunas de las escenas entre ellos dos.
Muy recomendable esta segundo libro de Jussi Adler-Olden, quien por supuesto se ha consagrado con esta serie como uno de los escritores más leídos de novela negra en el mundo.
Enlace: https://comiendomislibrosama..

RECOMENDADO

Me ha gustado mucho más que la primera entrega de la serie.
El ritmo no decae desde la primera página hasta la última, y la trama engancha desde el principio.
Como dice el dicho "Dios los cría y ellos se juntan". Es asombrosa la cantidad de maldad que cabe dentro de una persona. No digamos cuando se forma y se junta una pandilla.

El contrapunto lo ponen (y menos mal) Assad y Rose. Me encanta esta pareja de ayudantes.

En breve a por el tercero