El puerto de los engaños

Algunas veces con las sagas, empiezo la casa por el tejado, aunque eso es algo que nunca me ha desalentado demasiado. En esta ocasión me sumergí, movida por la gran curiosidad que sentía, en la saga holmeniana escrita presuntamente por una joven Irene Adler en la que se nos presenta a los adolescentes Sherlock Holmes y Arsène Lupin.


Este trío de amigos, conformado por dos futuros delincuentes y un afamado detective en ciernes, trabarán amistad en su juventud viviendo una serie de increíbles aventuras, mucho antes de que el destino los coloque en lugares opuestos de la ley. Como comento arriba, la narradora de sus aventuras detectivescas juveniles es la propia Irene Adler (pseudónimo bajo el que escriben varios autores italianos). A través de ella, conocemos mejor el espíritu que forjó a estas leyendas literarias, una saga juvenil que, sin embargo, engancha a lectores de todas las edades por su calidad narrativa y su fidelidad y respeto hacia el mundo creado por Doyle.

Yo he comenzado mi andadura lectora con el título Sherlock, Lupin y yo. El puerto de los engaños. En su onceava aventura, el trío protagonista acompaña al padre de Irene a Escocia a un inquietante castillo que oculta oscuros secretos. La llegada de un visitante añadirá más misterio y embrollará un caso del todo inesperado para los jóvenes. ¿Podrán desvelar las intrigas que envuelven tan idílicos paisajes? ¿Resistirá su amistad a los secretos que están por venir?

No puedo decir mucho sin correr el riesgo de desvelar demasiado, aunque puedo asegurar que su lectura se me hizo corta y sumamente entretenida. El único inconveniente con el que me tope, es que al no haber leído previamente los anteriores títulos se me escapaban algunos hechos y la existencia de ciertos personajes. al margen de ese escollo, que logré superar pronto, me asombré de que una novela dirigida a un público juvenil pudiera resultar, por el contrario, tan entretenida para mí, con un vocabulario elevado y una calidad narrativa envidiables. A tenor de este título, he quedado convencida de que es una extraordinaria saga que los lectores jóvenes y los más avezados disfrutarán por igual.


Se suma a este deleite literario, la magnífica encuadernación y presentación de cada tomo: todos en tapa dura, con sobrecubierta, bajo la cual la cubierta imita a las ediciones propias del período victoriano. En su interior, tampoco falta detalle ya que al inicio de cada capítulo nos aguarda una hermosa ilustración de objetos muy de la época.

Sherlock, Lupin y yo. El puerto de los engaños ha sido una trepidante lectura llena de aventuras y misterios, donde priman valores como la amistad, el amor y la igualdad entre mentes afines. No importa que Irene sea una chica, demuestra con creces que su intelecto nada tiene que envidiar al de Holmes o Lupin, y sí mucho que enseñarles. Una original vuelta de tuerca del mundo de Holmes. que no dejará indiferente a ningún lector y que gustará a todos por igual.
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