Drácula. El primer libro de números

Un castillo, dos amigas, cinco héroes... ¿Te suena esta historia? Se trata de "Drácula" de Bram Stoker, un clásico de la literatura universal que todos hemos tenido en nuestras manos alguna vez en nuestra vida. Sin embargo, ¿Cómo podemos mostrárselo a los más pequeños de la casa? Jennifer Adams junto con la ilustradora Alison Oliver nos ofrecen una divertida forma de hacerlo con "Drácula: El primer libro de números".

A través de la colección Literatura Mini, la editorial Coco Books pone diversos clásicos de la literatura al alcance de los niños. Sin embargo, su propósito no es solo ese. A través de la colección podemos descubrirles a nuestros pequeños el mundo de los números, de la moda... de una forma visual y divertida.

Centrándonos en "Drácula: El primer libro de números", he de decir que resultó una sorpresa para los sentidos de esta maestra. Pese a las tonalidades oscuras de las ilustraciones, todas ellas poseen un ligero toque de color que consigue que el lector centre su mirada en dicho elemento. Un hecho importante a tener en cuenta ya que los infantes suelen distraerse con facilidad y de esta forma focalizan su atención sobre los elementos principales de la historia.

Por otro lado, el uso de los números para explicar esta historia me parece fascinante debido a que nos ofrece la posibilidad de unir dos materias que siempre han parecido vivir en discordia: Las matemáticas y la literatura. Aunque, saliéndonos un poco de lo que el libro ya nos ofrece, se me ocurren mil maneras en las que este podría ser una herramienta de aprendizaje en el aula. Las posibilidades pueden ser infinitas si se emplea la imaginación. Por ejemplo, ¿no resultaría un recurso interesante para poder enseñar los números y más vocabulario en inglés?

Los libros pueden resultar una fuente de conocimientos ilimitados si sabemos emplearla como corresponde. Si deseas tener dicho poder en tus manos, "Drácula: El primer libro de números" es un fuerte aliado con el que podrás enseñar mucho más que literatura a los más pequeños.
Los libros pueden resultar una fuente de conocimientos ilimitados si sabemos emplearla como corresponde. Si deseas tener dicho poder en tus manos, "Drácula: El primer libro de números" es un fuerte aliado con el que podrás enseñar mucho más que literatura a los más pequeños.

Extraña y curiosa mezcla de literatura clásica con infantil que no ha terminado de encandilar a ninguno de mis pequeños.
Vayamos al detalle, para ser concisos. Se trata de un libro con muy pocas páginas (20) en un formato casi cuadrado con papel en cartón duro y un texto casi inexistente (en cada página aparece algo así como "4 barcos" o "6 tumbas"). La calidad del papel y la escasez de texto me indican que el libro tiene como objetivo cautivar a lectores pequeñitos, primeros manipuladores, niños de menos de 3 años. Pero es ahí donde la temática no convence, a pesar del elogiable intento de que este libro suponga un primer contacto entre los niños y la literatura clásica. de hecho, en una página, te dice "5 héroes", y nombra a jonathan Harker, Quincey Morris, Arthur Holmwood...
Los niños tan pequeños tienen otros intereses mucho más orientados a conocer vocabulario, no personajes. Y, a poder ser, vocabulario que ellos puedan ver en el mundo.
El dibujo es simpático, pero salvo las páginas de los lobos y las ratas, tampoco ha llamado demasiado la atención.
Sobre todo me llama la atención que se trate de un libro importado y traducido. ¿Por qué importamos este tipo de producto, teniendo a infinidad de buenos autores e ilustradores de género infantil? Eso es algo que creo que nunca comprenderé.
En definitiva, es un libro correcto, irreprochable en su edición, pero en mi opinión en tierra de nadie. A mi niño pequeño no le ha llamado la atención, y a mi niño de 5 años le ha durado cuatro segundos.

Un libro para primeros lectores de 1 a 3 años, acompañados por sus padres o abuelos, dónde comienzan adentrarse al mundo literario a través del juego, aprendiendo letras y los números del uno al diez, por medio de la contabilización de distintas figuras vinculadas, en este caso, a toda la temática de la historia del conde Drácula a modo básico e introductorio. Las ilustraciones son bonitas y en colores morados, rojos, negros, grises y blancos; en sintonía a la temática gótica. No se narra una historia textualmente en prosa, sino que la imaginación del pequeño lector y su adulto guía deberán libremente crearla.