Gladis

Valeria Garza de cuarenta años y teniente de la guardia civil es una mujer que vive junto a Gladis en un pequeño pueblo. Gladis es la mascota que heredó de su abuela junto a la casa y todo lo demás, una pava muy peculiar. Vale está enamorada de Hugo, el veterinario del pueblo, desde que lo conoció.

Hugo es un chicarrón del norte, unos cuantos años más joven que Valeria, este hombre levanta pasiones entre todas las mujeres del pueblo, aunque él solo tiene ojos para una.

Gladis, la pava, es un animal muy especial. Con ideas propias y un sentido de la justicia muy elevado, que ya lo quisieran algunas personas para ellas, da una visión abrumadora de cómo es el mundo que nos rodea y de conceptos como la fidelidad, el amor, la amistad y la justicia.

Valeria está enamorada de Hugo, pero la diferencia de edad, todas sus inseguridades y la manera de ser de Vale impiden que esta se decida a dar el paso para pedirle una cita. Por su parte, Hugo ya no sabe ni cómo decirle a Valeria que le gustaría quedar con ella alguna vez, pero Vale no se da por aludida ¿Cómo va a gustarle ella a un hombre como él?

Gracias a los compañeros de trabajo de Valeria, Hugo y Vale quedan por fin en las Hogueras, esa noche tan especial, sin embargo, no todo va a ser un camino de rosas para ellos ya que parece que el mundo ha decidido confabular para que no puedan estar juntos.

Maria Acosta ha creado un pueblecito muy especial que parece una caja de sorpresas. No solo ha conseguido transmitir la calidez de las relaciones que solo en un pueblo se pueden dar, sino que también ha reflejado la otra cara de la moneda, en la que las envidias, las apariencias y el rencor se multiplican de manera exponencial.

Amor, crímenes por resolver, intriga, suspense, justicia, maltrato animal, opciones sexuales, infidelidades, falsas apariencias, amistad y el amor por los animales son solo algunos de los elementos que la autora utiliza con mucho humor en la trama de Gladis. La narración desde el punto de vista de la pava es la que más he disfrutado ya que, con un toque de humor, la autora nos ofrece el punto de vista del animal respecto a los humanos y la vida.

La pluma de Maria Acosta es sencilla y fluída. El libro no es muy largo, de manera que se puede leer con soltura y rapidez. Me he divertido mucho con esta lectura, la manera de pensar de Vale, los razonamientos de Pavinator y el carácter de todos los personajes hacen que empatices desde el primer momento con ellos. Gladis, esa preciosa pava, os hará disfrutar y reflexionar mucho más de los que podáis imaginar con sus cavilaciones creando una novela sorprendente y muy recomendable.
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