Encuéntrame

Que voz tienes. Si se pudiera, me gustaría besarte la voz.

Todo lo que había vivido hasta estonces era tan solo un preludio, un compás de espera, tiempo pasado y tiempo perdido hasta que te conocí.

Y ahora, diez años después, cuando miro esta pared bajo este viejo farol vuelvo a estar con él y te juro que no ha cambiado nada.

- Que vida la tuya - dijo, como queriendo decir que mi vida estaba tan envidiablente montada que no me quedaba nada por desear, o tan desesperadamente despojada de felicidad que desear algo era un lujo que ya no merecía la pena sopesar.

Te he enseñado a señalar momentos en los que el tiempo se detiene, pero esos momentos significan muy poco si no se reflejan en alguien a quien amas. De otro modo de quedan en ti y se quedan enconados toda la vida.

Quiero leer todos los libros que has leído, escuchar la música que te gusta, volver a los sitios que conoces y ver el mundo con tus ojos, aprender todo lo que valoras, empezar una vida contigo.

- ¿ Que querías en aquellos años con tanta desesperación?
- Alguien que me conociera por dentro, que fuese parte de mi, básicamente.

- ¿Cuánto tiempo?
- Todo el tiempo que quieras, todo el tiempo que vivas.

Dos vidas, dos vías, dos franjas horarias, sin que ninguna sea la correcta.

Una persona, un nombre. Él lo sabe, pensé. Ahora mismo, él lo sabe, todavía lo sabe.