Solo tengo una palabra que describa este libro : MARAVILLOSO. Es un libro corto, diría que es poesía ilustrada y es breve pero intenso. Las ilustraciones de Esther Gili que acompañan las palabras de David Aceituno son como todo lo que ella hace PRECIOSAS. Un libro para coleccionar y contarle a los peques ( y a los no tan peques) de la casa con una narración diferente. |