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Abercrombie vuelve al Circulo del Mundo de forma magnífica. Brillante inicio de la trilogía que continua trenta años después el final de la primera ley. Nos encontramos con viejos conocidos en un papel secundario, pequeñas pinceladas para no olvidar el pasado y toda su grandeza y miseria. Pero la nueva generación, en gran parte relacionada ya sea con lazos de sangre, de amistad o de enemistad, brilla con luz propia. El autor, haciendo lo que otros escritores de su generación ya han hecho, evoluciona la historia como evolucionaría cualquier sociedad. La literatura fantástica ha dejado de ser el coto para las historias de corte medieval con todo ese mundo arcano y de espadas, que aunque pasen décadas y décadas nada evoluciona. En el Círculo del Mundo ha llegado las máquinas a vapor, las fábricas, la contaminación, la explotación laboral. Todo lo malo y lo poco de bueno que tiene para algunos. Y para destacar por encima de todo, la evolución de los personajes, tanto los nuevos como los viejos conocidos. Pero sobretodo la gran habilidad de escribir en poco más de 100 páginas una conjunción tan clara y precisa de la Revolución francesa y la primera revolución industrial, totalmente integradadas en el Circulo del Mundo sin que pienses que es una decisión forzada ni una copia, si no todo lo contrario, era lo que pedía la historia para hacerla creíble, y más en un mundo ya de por si oscuro y terrible donde vivir. Era difícil de estar a la altura de la primera trilogía o de "Los Heroes" pero Abercombrie lo hace, iniciando una historia vibrante y de cambios inesperados con una escritura a mi entender, mejor que en su primera trilogía. |
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