La historia se pone cada vez más interesante. Nuevos personajes, viejos conocidos, y un desarrollo sencillo pero efectivo son los puntos fuertes de esta segunda entrega. Además, también habrá algo de romance (muy bien dosificado) y como siempre, acción. Mucha acción. Yarvi se ha convertido en un clérigo de pleno derecho (vamos, que hasta asusta algunas veces). Espina y Brand me han encantado y Rulf siempre le añade diversión al argumento. La ambientación es similar a la primera entrega, pero aparecen nuevos lugares, por lo que el mapa empieza a completarse. Y como siempre, sus descripciones son originales, frescas y dinámicas. No sé qué nos deparará la tercera parte, pero ya la he comprado. Esta trilogía no tiene desperdicio. Abercrombie es un genio.
|