Cuarenta y ocho horas. Pueden pasar tantas cosas en tan poco tiempo en medio de una guerra. Esta historia cambia entre diferentes puntos de vista, desde soldados hasta comandantes y seguidores del campamento. No hay buenos ni malos. El lector terminará preocupándose por todos ellos y sabiendo que no todos pueden ganar, y mucho menos sobrevivir. Este libro partía con una gran desventaja y es que a mí las guerras, las tramas militares, etc., me importan más bien poco. La historia en sí no ha llegado a atraparme del todo, pero sí, Joe Abercrombie lo ha vuelto a hacer: LOS PERSONAJES. Además, el libro contiene la que, en mi opinión, es la mejor batalla jamás escrita. |