La cocina de Miss Eliza

Receta de cocina al estilo de Annabel Abbs. Plato a elaborar-libro a leer: “La Cocina de Miss Eliza”.

Explicación del plato-libro: Inglaterra victoriana, 1837. Cuando Eliza Acton entra en el despacho de un reputado editor londinense, espera emocionada que este vaya a publicar su segundo (y mejor) poemario. Pero pronto dejará de hacerse ilusiones cuando dicho editor la proponga escribir un libro de recetas de cocina. Una idea que Eliza no piensa ni considerar hasta que llega a su casa para descubrir que su familia está en la bancarrota y su padre ha sido obligado a huir del país. Para salir adelante, Eliza y su madre deberán trasladarse a Kent y regentar una casa de huéspedes. Para la cual contratan a Ann Kirby, una joven del lugar que deja atrás un hogar marcado por la pobreza, la locura y la brutalidad. Juntas, Eliza y Ann, se pondrán manos a la obra y empezarán a dar forma a un libro de cocina que busca acercar las artes culinarias a la población y ser accesible para todos. Entre recetas, medidas, ingredientes, olores y especias, las dos mujeres entablarán una tierna amistad pese a unos pasados y presentes marcados por sus secretos y posiciones sociales.

Consideraciones antes de empezar la lectura-receta:

En esta novela nos vamos a encontrar una protagonista esencial aparte de Eliza y Ann. Y esa es la comida y el placer de cocinar.

Cada capítulo lleva el nombre de un plato o un ingrediente, y en todos ellos no para de mencionarse diferentes recetas, culinarias, preparaciones, platos, sabores, ingredientes y olores. Nos encontramos ante una novela histórica en la que se habla de los placeres de la Cocina, y nos muestra como esta actividad se daba en la Inglaterra victoriana. Para ello la autora, Annabel Abbs, saca a la luz la figura de Eliza Acton, quien escribiría dos libros de recetas que se caracterizan por tratar de ser accesibles a la población. Entre otras cosas, Eliza se tomó la molestia de medir los ingredientes de una manera sensata y coherente, además de enlistarlos después de cada elaboración, en las cuales aparecen detalladamente notas sobre los tiempos de cocción y otros factores que pudieran alterar de una forma u otra el plato. Además, entre las páginas de estos libros se habla de la comida de aprovechamiento, aparecen platos de otras partes del mundo que no fuera Inglaterra y se pone en valor la importancia de los cocinados con productos frescos en un momento en el que la estaban apareciendo los primeros alimentos rápidos y cómodos de preparar, precursores de la actual comida enlatada o congelada.

Ingredientes:

* Una prosa fluida y ágil, que se mantiene a lo largo de unos capítulos muy cortos. Por todo esto, la lectura-receta se hace en un periquete.
* Dos protagonistas con personalidades bien definidas, fuertes y muy diferenciadas entre ellas. La historia está narrada a dos voces en primera persona, con las protagonistas alternándose en la narración de los capítulos. Eso también ayuda a que esta lectura sea ágil y es muy interesante, porque ayuda a que el lector tenga entes, visiones y versiones de un mismo suceso, y que pueda sumergirse mejor en la historia y en la psicología de las dos mujeres.
* Una excelente documentación histórica, ya no solo de cómo era la cocina y alimentación en la Inglaterra del siglo XIX, en la cual su propia gastronomía era incluso despreciada y maltratada por los propios ingleses en favor de los elaborados platos franceses. También se nota el esfuerzo de la escritora por hablarnos de cómo era la época victoriana, un periodo lleno de luces y sombras donde la el lugar y la posición económica de la familia en la que nacieras podía marcar mucho las cosas. la jerarquía y el mundo social británico de esa época, con todo sus detalles, normas, características e ideales, está nítidamente narrado entre estas páginas.
* Una historia sencilla y fácil de seguir, que se toma sus momentos cuando es necesario. El ritmo es la mayor parte del tiempo (véase observaciones) muy fluido. Aunque la autora nos traiga una historia muy escéptica y en la que realmente no pasan cosas, sí que suceden las suficientes para mantener el interés del lector, bien aderezadas con diferentes descubrimiento y la aparición de unos pocos personajes muy interesantes y también caracterizados como las dos protagonistas.


Proceso de elaboración y observaciones:

* El contraste entre las formas de pensar, vivir y ver el mundo que las rodea entre Ann y Eliza está muy conseguido y es muy realista. Son diferencias que están explicadas por las diferentes vivencias de ambas mujeres, y por sus las distintas posiciones sociales en las que nacieron. Pero aún así te crees la relación que a fuego lento se va forjando entre ellas.
* Y es que esta novela prometía ser muy agradable, hogareña y cozy y de todo. Pero no. Entre sus páginas nos encontramos con la cara más oscura de la sociedad victoriana y con auténticas tragedias familiares y sociales. Hay capítulos cortesía de Ann que te dejan con un nudo en el estómago, en el que vemos como era la situación para las clases más pobres de la Inglaterra, victoriana, y como de oscura y dura era la asistencia sanitaria y mental en esa época. Además de eso, en este libro veremos con todo lujo de detalles como los prejuiciosos, los secretos y la necesidad de mantener el decoro de puertas para adentro pueden marcar de una forma y remediable y dolorosa una vida.
* de todas maneras, aunque tiene tramos muy duros, “La Cocina de Miss Eliza” una también novela de esperanza, sororidad femenina, amistad, independencia, resiliencia y fortaleza. La obra habla sobre la importancia de reinventarse, de luchar las cosas y de seguir adelante cuando parece que todo se este desmoronando a tu alrededor, de continuar pese a las heridas y secretos que la vida y tu pasado te han legado. Y además nos habla de la importancia de las pasiones, de cómo si algo se hace desde el esfuerzo y el cariño se convertirá en algo valioso. Y de la importancia de los vínculos y la amistad.
* Esto puede que a muchos les parezca una estupidez, y es algo muy personal. Pero desde pequeña me han encantado leer libros de recetas. No sé ni freír un huevo frito, lo confieso. Pero me encanta ojear libros de cocina y de recetas. Siempre he pensado que era una manía tonta , rara e inocua mía que nadie más podía tener. Pero me ha hecho mucha gracia descubrir que la autora también tiene este gusto. La verdad es que así me siento menos sola en la vida jajajaha.
* A veces, el que la prosa de Abbs sea tan fluida y rápida va en contra de la propia lectura. Hay momentos en los que aprieta tanto el acelerador, y se enfoca tanto en el mundo culinario que sientes que pierde un poco de vista el otro foco principal de la historia, que es la relación y las vivencias de las dos protagonistas.
* Quizás sea por eso, que a veces he notado que las protagonistas han tenido reacciones o han actuado de una manera precipitada y sin sentido, muy fluctuante. No pasa mucho, pero te deja un sabor extraño con esta lectura. Por ejemplo: Eliza pasa de diseñar la tarea de realizar un libro de cocina, a estar a las páginas encantada con la idea y emocionada por llevarla a cabo. Sí, hay que al final vaya enamorándose de este cometido. Pero el paso de una postura a otra me pareció muy muy brusco, o al menos poco desarrollado.
* El epílogo resulta muy precipitado. de pronto nos encontramos con una situación dentro de las cocinas de Kent Un salto temporal de varios años en los en el que se nos explica de forma muy escueta y confusa. Qué pasó con las dos protagonistas durante ese tiempo. Me cabree mucho cuando cerré el libro por eso, porque soy una persona que da mucha importancia a los finales. Pero luego he descubierto que resulta que “La Cocina de Miss Eliza” es solo la primera parte de una saga que no sé de cuantos libros contará, o si es simplemente una bilogía. Imagino que en el /los siguiente/s libro/s nos explicarán con más calma, que es lo que pasó en esos años. Porque si la cosa se queda así, francamente, resulta muy decepcionante.

Resultado:

“La Cocina de Miss Eliza” es una novela deliciosa, en la que encontramos diferentes factores que la hacen muy entretenida. Hay una historia sencilla, pero con unos elementos que están bien manejados. Y sobre todo una oda a la gastronomía y un interesante ejercicio en el cual se unan Cocina y literatura de una forma muy eficaz, al demostrarnos la autora como la escritura de una receta, también puede ser un acto narrativo e incluso poético, como la descripción de una elaboración puede tener su propio sonido y su propia canción. El amor que progresivamente va saliendo de Eliza hacia su libro de recetas, la felicidad que le da a ella y a Ann experimentar con nuevos ingredientes y platos, la amistad y camadería que van surgiendo en la cocina entre ellas, y el esfuerzo e ilusión que van poniendo a su obra resultan absolutamente contagiosos No de defrauda, aunque no vaya ser el tipo de libro que a mí personalmente vaya a cambiarme la vida. Pero su lectura me ha entretenido mucho, la devoré en pocos días y con bastante placer. Y eso era lo que esperaba de esta novela y lo que buscaba al cogerla. Cada vez que me ponía a leerla, podía llegar a leerme cien páginas de una sentada y sin darme cuenta, que es algo que últimamente no se da con frecuencia en mi vida lectora. he leído este libro con unas expectativas bastante moderadas, y la verdad es que las ha cumplido de lleno. Espero que salga al español más pronto que tarde. La segunda parte. Porque es verdad que el final, finiquitado y las pocas páginas de un epílogo, que deja muy coja la obra y resulta demasiado brusco e irritante por esto.

En este libro se muestra la vida de la aristocracia del pais. Cuando la adinerada familia pierde su dinero y empeña sus pertenencias, no saben que hacer con el servicio. En el nuevo pueblo encuentran a una joven chica con problemas familiares que al final formar aparte importante de la historia