Silvia nos cuenta su historia con un tono optimista, que demuestra un gran espíritu de lucha y superación de los avatares de la vida. El tono que emplea es tan suyo, que parece que en vez de leer el libro, es ella la que te lo está contando. No os esperéis un libro de lagrimitas, ni quejas. Es más, no sólo nos cuenta su historia, sino que quiere servir de inspiración y ayuda a toda aquella persona que se enfrente a un hecho traumático como es una enfermedad. Más que un libro auto-biográfico, es un libro quasi-autoayuda, y de valoración no sólo de los tratamientos de la medicina "tradicional" como de terapias adicionales, que no alternativas. |