Me ha parecido una novela divertidísima que ha sabido combinar la comedia de situación con una trama adictiva. Comienza de forma más relajada, como una novela de personajes, presentándote con diálogos ágiles e hilarantes el mundo de Andrés, un perdedor hipocondríaco y perdidísimo. al principio la historia es más costumbrista (imperdibles los secundarios), pero a la mitad ocurre algo que da un vuelco a la vida del prota y a la novela. Sigue siendo igual de divertida, pero se convierte en frenética, loca y mucho más gamberra que al principio. Difícil dejar de leer cuando llegas a ese punto. Los capítulos finales, los mejores, le dan un cierre perfecto a una historia de caída a los infiernos que te hará reír a carcajadas. Muy muy recomendable.
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